“El rol de lo pequeño en la naturaleza, es infinitamente grande”
Louis Pasteur
Sin dudas la microbiología es una de las ciencias más apasionantes y desafiantes. Estudia los microorganismos que no se pueden ver – al menos a simple vista, e incluso, a veces, ni con la ayuda de un microscopio – aunque existen, por lo que no entran en el campo de lo abstracto, están por todas partes, suelen cambiar de forma y aspecto constantemente, se reproducen a una velocidad asombrosa y para colmo, están constituidos por un número ilimitado de individuos. La microbiología de los alimentos al menos fue forjada por personas que se sintieron atrapadas por un microcosmos fascinante y que tuvieron que enfrentar el descreimiento del resto de la comunidad científica que por momentos consideraron a sus afirmaciones propias de locos. Su desconocimiento puede alterar un alimento y su consecuente ingesta, puede provocar una enfermedad transmitida por alimentos.
La gran mayoría de las personas contraerá una enfermedad transmitida por los alimentos o el agua en algún momento de su vida. Esto resalta la importancia de asegurarse que los alimentos que ingerimos no estén contaminados con bacterias, parásitos, virus, toxinas, etc. que puedan ser dañinos.
La contaminación de los alimentos se puede originar en un cualquier momento de la producción, distribución y preparación. Todos los que intervienen en la cadena de producción, desde el productor hasta el consumidor, tienen un papel que desempeñar para garantizar que los alimentos que tomamos no causan enfermedades.
Según la OMS, el consumidor debe conocer y ser consciente de estos 10 datos sobre la seguridad de los alimentos:
1. Más de 200 enfermedades se propagan a través de los alimentos. Una de cada diez personas enferma cada año a causa del consumo de alimentos contaminados y 420.000 mueren cada año a consecuencia de ello. Según la OMS, la preparación y la manipulación adecuadas de los alimentos puede prevenir la mayoría de estas enfermedades.
2. Los alimentos contaminados pueden causar problemas a largo plazo. Esta cuestión se debe sobre todo a la presencia de metales pesados y/o toxinas de origen natural que, a largo plazo, pueden llegar a provocar cáncer y problemas neurológicos.
3. Las intoxicaciones alimentarias afectan sobre todo a personas vulnerables. Bebés, mujeres embarazadas, enfermos y personas mayores (son los grupos de población sobre los que las infecciones alimentarias tienen mayor impacto, ya que las consecuencias pueden ser más graves que en el resto de los ciudadanos).
4. El riesgo de contaminación es elevado. La producción y el suministro de alimentos son complejos (sacrificio o cosecha, procesamiento, almacenamiento, transporte, distribución) y en ellos están involucradas numerosas personas.
5. La globalización hace más difícil la seguridad alimentaria. Controlar la producción y el comercio de alimentos en un mundo cada vez más globalizado complica mucho los trabajos de prevención de enfermedades de transmisión alimentaria.
6. La seguridad alimentaria es multisectorial y multidisciplinaria. El trabajo conjunto de distintos profesionales es fundamental si se quieren abarcar todos los aspectos de la seguridad alimentaria, desde la salud pública, al comercio o la educación.
7. La contaminación de los alimentos afecta a la economía y la sociedad. Además de la salud pública, los alimentos contaminados tienen efectos sobre otros ámbitos como las exportaciones, el turismo, los manipuladores de alimentos y el desarrollo económico.
8. Bacterias resistentes a los tratamientos farmacológicos. Una de las principales preocupaciones a nivel mundial es la resistencia antimicrobiana, que aumenta año tras año, fruto del empleo excesivo de antimicrobianos en agricultura y ganadería, además de los usos clínicos en humanos. Debe tenerse en cuenta que las bacterias resistentes a los antimicrobianos en los animales pueden transmitirse a los humanos a través de los alimentos.
9. Un problema que afecta a todos. Gobiernos, industria, productores, investigadores y consumidores: todos son responsables, de una manera u otra, de la seguridad alimentaria. También están involucradas distintas disciplinas, como la toxicología, la microbiología, la nutrición, la medicina humana y la veterinaria.
10. Información al consumidor sobre las prácticas de inocuidad. El ciudadano debe tener la suficiente información para poder elegir los alimentos que más le convienen. Debe conocer cuáles son los riesgos alimentarios más comunes y cómo manipularlos de manera segura utilizando la información que le ofrece el etiquetado.
Finalmente, cabe señalar que en microbiología nada es todo y todo es nada. Porque como dijo Louis Pasteur:
“El rol de lo pequeño en la naturaleza, es infinitamente grande”
Prof. Lic. Gabriela Buffagni
Lic. En Nutrición (MN3190 – UBA)
Prof. Regular Titular Cátedra de ASA
Facultad de Medicina (UBA)
/Nutrición Nuuff | @gabrielabuffagni
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