“El mundo anterior a 2020 ya no existe; es posible que lo queramos, pero simplemente no existe…”
Asistimos a un mundo distinto, vemos como en esta pandemia global van cambiando los protocolos, observamos una enfermedad que muta, mientras en algunos países del primer mundo se levantan las restricciones, pero el contagio no cesa, todos estamos a la espera de lo que vendrá…
Cambios clave que pueden reducir el impacto futuro de la covid-19
• Estar al aire libre es muy seguro, así que hagamos que el aire de los interiores se parezca lo más posible al de fuera. Eso implica una gran inversión en infraestructura para mejorar la ventilación y filtrar y limpiar el aire. No es sencillo, pero tampoco lo era llevar agua limpia y electricidad a todos los hogares. …será efectivo contra cualquier variante futura y cualquier enfermedad de transmisión aérea.
• Las vacunas siguen siendo cruciales. Se debe seguir trabajando para obtener vacunas cuya protección sea más duradera y ante más variantes.
• Hemos aprendido que actuar cuanto antes es crucial para contener los brotes y prevenir la propagación a otros países. Debemos invertir en la vigilancia global de nuevas variantes del coronavirus y de otras nuevas enfermedades infecciosas.
• La mayoría de los países ya cuentan con vigilancia de rutina para enfermedades infecciosas graves (como la gripe y el sarampión) y planes para mitigar su impacto. Los países deben sumar la vigilancia permanente de las tasas de infección por covid-19 a los programas existentes, para realizar un seguimiento de cuánto circula la covid-19, dónde y en qué comunidades.
• Todavía sabemos muy poco sobre el impacto a largo plazo de la covid-19, aunque sabemos que puede causar daños duraderos en los órganos y provocar una enfermedad prolongada. Necesitamos invertir en comprender, prevenir y tratar ese impacto.
• Finalmente, aún habrá olas de covid-19 en el futuro; lo anterior simplemente reducirá su frecuencia y escala. Necesitamos tener un plan. Excelentes sistemas nacionales de vigilancia ayudarán a identificar rápidamente un brote y comprender cuánto daño está causando y cuánta inmunidad se está evadiendo, todo lo cual ayudará a adaptar una respuesta temporal adecuada. Negarse a aprender a vivir con covid-19 fingiendo que existe la vieja normalidad aumentan el riesgo de futuras cuarentenas. Necesitamos pasar de las etapas de negación y enojo del duelo y aceptar que el mundo ahora es diferente. Así podremos tomar el control y construir una forma de vida que esté diseñada para convivir con el virus de manera que nos permita a todos, incluidos los clínicamente vulnerables, llevar una vida más libre y saludable<
Extracto del artículo de Christina Pagel – profesora de Investigación Operativa, Directora de la Unidad de Investigación Operativa Clínica de la UCL- publicado en The Conversation, Podes leerla aquí: https://theconversation.com/eight-changes-the-world-needs-to-make-to-live-with-covid-177678