Un emperador dijo alguna vez que el té es “el mejor de los elixires para mantener el cuerpo y la mente sanos”. Existe el mito que el té no aporta nada, que solo se toma una taza de té para combatir el frío o para hacer una pausa en nuestra rutina, pero no, es mucho más que eso.
En estas líneas que compartiremos con ustedes los invitamos a aprender un poquito más sobre las propiedades del té y a experimentar un mundo nuevo de sabores y de combinaciones. Porque el té, no solo se consume como infusión, sino que también existe una desafiante actividad culinaria diseñando recetas sofisticadas y platos gourmet hechos con su tinte.
Esta bebida es la segunda bebida más consumida del mundo, después del agua, y como se los contamos en otra oportunidad, se prepara a partir de una planta llamada Camellia Sinensis. La misma es originaria del sudoeste de China y de las selvas de Assam. En estos lugares, la Camellia Sinensis es considerada una planta medicinal. En la actualidad, en países como Japón y China existe lo que se llama la ceremonia o el ritual del té.
Reflexionemos acerca del té. ¿Sabían que tanto el té verde, rojo y negro provienen de la misma planta pero que cada uno de ellos tienen diferentes procesos?
Para los tés de mayor calidad se recolectan las primeras hojas de la planta y para que sea considerado de calidad superior, la cosecha debe ser manual.
Cuando el arbusto alcanza la madurez necesaria se realiza la recolección, y luego el secado para eliminarle la humedad e inhibir la fermentación. En estos procesos de secado y enrollado se liberan las sustancias que le otorgan el color y el aroma característico al té verde. Tanto el té verde como el blanco, son los que tienen mayores virtudes terapéuticas. Ofrecen un aroma más delicado, un sabor y tonalidad suave. Contienen poca teína (estimulante) y mayor teanina (relajante). Al no producirse la fermentación, se mantiene el poder antioxidante de la hoja, por eso tiene una relación directa con las propiedades que se otorgan en cuanto a su acción anticancerígena y de lograr mayor longevidad en las poblaciones que lo consumen diariamente. Contiene polifenoles y catequinas, los cuales son los encargados de frenar el envejecimiento y de la protección celular, contribuyendo también a regular la presión arterial. Los tés verdes más conocidos son: el Bancha, Gunpowder, Matcha y Sencha.
El té Oolong o azul, es un té semifermentado. Durante el proceso no se detiene la fermentación, obteniendo un té de tinte entre verde oscuro y negro. Contiene un porcentaje mayor de teína en comparación al té verde.
El té negro, se obtiene después de un proceso de oxidación que puede durar entre 2 a 5 horas. Las hojas recolectadas se extienden en sitios húmedos para lograr que fermenten. De este proceso se adquieren hojas de color oscuro. También se intensifica el sabor por la concentración de taninos. El nivel de teína aumenta en comparación al té verde y disminuye el porcentaje de teanina. Por lo tanto, podemos destacar que el té negro tiene propiedades estimulantes, combate el sueño y favorece la actividad intelectual. Las variedades más conocidas son: Assam, Ceilón, Darjeeling y Earl Grey.
El té rojo, llamado así al popular Pu Erh de origen chino, tiene cierto grado de fermentación. Es muy utilizado en dietas depurativas. La medicina china lo considera un remedio natural para desintoxicar y depurar el organismo. También para facilitar la digestión de las grasas, reducir el nivel de colesterol en sangre, controlar el peso corporal y activar el metabolismo del hígado.
Cómo almacenar el té: Las hebras de té no deben estar expuestas al aire, a la luz y a la humedad. Se deben guardar en recipientes cerrados en ambientes secos, libre de olores. De esta manera se conservará perfectamente durante 2 años.
El té verde, rojo, azul como negro parten de la misma planta llamada Camelia Sinensis. ¿Pero el té de manzanilla, melisa, boldo? Estas últimas son infusiones, por lo que no es correcto llamarlas té. Lo adecuado es llamarlas “infusión de manzanilla”, “melisa”, “boldo”, etc. Cada una tiene una acción terapéutica distinta, algunas podríamos decir que mejoran la digestión, otras son sedantes, antiinflamatorias, circulatorias, etc. Cada una tiene un origen distinto y una función diferente. Pero lo que podemos destacar es que para su preparación se parte de agua filtrada, calentada a 100ºc y las se dejan infusionando hasta 7 min.
Chai Latte de almendras:
• Ingredientes:
- -½ rama de canela
- -semillas de cardamomo
- -1 clavo de olor
- -1 grano de pimienta negra
- -½ anís estrellado
- -Nuez moscada
- -Jengibre molido
- -2g de té negro en hojas
- -100 ml de agua mineral
- -100 ml de leche de almendras
- -2 naranjitas glaseadas
• Preparación:
Hervir el agua para preparar la infusión. Añadir todas las especias y las naranjitas glaseadas. Dejar reposar durante unos minutos para que baje la temperatura. Agregar las hebras de té y retirarlas a los 5 min. Colar y añadir la leche caliente.
Té verde helado con especias
• Ingredientes:
- -Té verde
- -1 pizca de cúrcuma
- -Rodajas de limón, mandarina y naranjas
- -3 o 4 vainas de cardamomo
• Preparación:
Hacer una taza de té verde. Agregar la cúrcuma, el cardamomo y las rodajas de limón, naranja y mandarinas. Dejar reposar durante un ratito. Agregar hielo y servir.
Lic. Marcela Cerdá
Equipo de Nutrición – New Garden