La Importancia de una alimentación sana

Macro, micro, fito nutrientes y los xenobióticos

Lo primero que nos preguntamos al hablar de alimentación es: ¿Tiene importancia lo que comemos? ¿Es necesario cambiar la alimentación? ¿POR QUÉ??

Generalmente no pensamos que los alimentos tengan una gran influencia en nuestro organismo, sino si nos gustan o no; pero hay que recordar que el dicho “somos lo que comemos” enunciado años Antes de Cristo por los griegos es una afirmación muy cierta, que surgió de la observación de los médicos de esa época…y revive en estos tiempos de Covid.

Siempre hablamos de tener una buena alimentación, una alimentación sana, pero no sabemos muy bien a qué nos referimos. ¿Puede ser que los alimentos actuales nos enfermen, o por lo menos que no sean “tan sanos como creemos”? ¿Puede ser que no se alcancen a saciar nuestro apetito?

¿Por qué comemos? Antes era porque era porque teníamos hambre: a determinada hora, el desayuno, el almuerzo y la cena nos proveían de los alimentos naturales que necesitábamos para saciar nuestro apetito… 

Nuestro organismo está genéticamente preparado para alimentarse con los nutrientes que se encuentran en las comidas: *macronutrientes, formados por grandes moléculas, que pueden distinguirse a simple vista e incluso tocarse: carnes, azúcares o hidratos de carbono y grasas; y con esos nutrientes se forman los componentes que conforman los distintos órganos del cuerpo: piel, músculo, huesos, sistemas nervioso y digestivo… y también del Sistema Inmune, encargado de la defensa del organismo.

Pero además de los macronutrientes, necesitamos los micronutrientes -micro, deriva de pequeño- conocidos desde hace poco tiempo – no más de 2 siglos!! y son las vitaminas y minerales que producen la energía necesaria para permitir a las células cumplir con sus funciones vitales.

En el siglo XX se encontraron otras moléculas más pequeñas aún, relacionadas con el mantenimiento de la salud en el hombre; como están presentes en los vegetales, se denominaron fitonutrientes –la palabra fito se relaciona con las plantas-.

En los vegetales se encuentran en las raíces, hojas, flores, semillas, en las frutas frescas y en las secas donde cumplen funciones nutricionales, de prevención de enfermedades; y pueden usarse como tratamiento en algunas enfermedades: fitoterapia.

Hasta hace unos años, los alimentos eran, en general, obtenidos en las cercanías de las casas y sin sustancias extrañas agregadas, como son los xenobióticos -palabra derivada de xeno– que significa “extraño”.

Al contrario de los fitonutrientes, que se incorporan naturalmente a las células, los xenobióticos no pueden ser usados como nutrientes porque, al no ser naturales, el hombre no tiene las enzimas necesarias para metabolizarlos por lo tanto no pueden incorporarse a las células, no producen energía, saturan la función hepática de eliminación y desintoxicación… no aportan los nutrientes necesarios, lo que produce un aumento exagerado del apetito por falta de verdaderos nutrientes, y el consiguiente deseo de comer a nivel del hipotálamo, pero no cambia el tipo de alimentación con lo que se forma un círculo vicioso con aumento del tejido adiposo –obesidad-, aumento del deseo de dulces –los edulcorantes no contienen glucosa, que da energía, sino sólo sabor dulce. 

Los alimentos de origen vegetal aportan otros varios beneficios para la salud en general, como es la presencia de fibras: en la boca mejoran la masticación y la limpieza interdental –es mejor que el hilo o el cepillo dental- porque no lastima la encía-, equilibra la acidez del estómago por la presencia de calcio y magnesio, y estimula la motilidad intestinal facilitando la evacuación diaria. 

Además, es el alimento adecuado para las bacterias “buenas” del colon o intestino grueso; estas bacterias no solo evacúan desechos alimentarios, sino restos de medicamentos ya utilizados, de hormonas sexuales –cuya reabsorción puede favorecer el cáncer de mama y de próstata-, el exceso de colesterol, y de otras sustancias agresivas; y estimula el desarrollo de células del Sistema Inmune de defensa del organismo.

¿Qué cantidad de vegetales tendríamos que comer para obtener estos beneficios?

Comer las frutas a la mañana, como desayuno, para “limpiar” el intestino. 

En almuerzo y cena: se calcula que el plato de comida debe dividirse por la mitad: todos los días comer medio plato de verduras crudas y/o cocidas con cocciones suaves: vapor, horno, wok aderezadas con jugo de ½ limón y 2 cucharadas soperas de aceite de oliva. 

En la otra mitad del plato, colocar cereales integrales o no, fideos, 3 cucharadas soperas de legumbres muy bien cocidas; 1 vez por semana, carne de vaca o pescado; o dos huevos: masticar muy bien todos los alimentos.

De esa manera, obtendremos todos los beneficios que los alimentos NATURALES nos proporciona y podremos mejorar el sistema inmune que defiende nuestro organismo.

Dra. Elba Albertinazzi
Asoc. Arg. de Médicos Naturistas

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