Post Fiestas… ¿Y ahora qué comemos?

Diciembre se fue. Pasaron las fiestas, las despedidas, reuniones de fin de año… y si nos ponemos a analizar, en todos estos eventos la comida siempre cumple un rol importante y hasta polémico: las mesas en las fiestas suelen ser altas en aderezos, fiambres, huevos, carnes de cortes grasos, helados y/o postres, turrones, pan dulces o roscas, chocolates, garrapiñada. Y acompañados en la mayoría de los casos, por algunas copas de alcohol.

Todo lo dicho da como resultado una seguidilla de días en los cuales incorporamos al organismo una elevada cantidad de azucares, grasas saturadas, colesterol y sodio, combinados con la baja ingesta de fibra y agua. Por lo que necesitamos en cierta medida, volver al equilibrio.

Algunos autores o nutricionistas sugieren una dieta “detox” o “depurativa”. Pero acá les dejo el secreto, ¿saben cuál es? ¡Retomar una alimentación saludable y variada! Comer todos los grupos de alimentos seleccionando las porciones, para no tener ninguna carencia nutricional, y a su vez evitar realizar restricciones o ayunos prolongados.

Dentro de la diversidad de los mismos, haremos hincapié en consumir un poco más los siguientes alimentos: Frutas, verduras y hortalizas: ricas en fibra y agua que nos ayuda, entre otras funciones, a acelerar el tránsito intestinal favoreciendo la eliminación de toxinas del organismo.

Aquellas de color verde (debido a que dentro de las mismas se encuentra un pigmento llamado clorofila), tienen una función depurativa entre tantas otras. La mayoría de los cítricos y frutos rojos son fuentes de antioxidantes que nos permiten prevenir la oxidación de las células y mejorar la absorción de ciertos micronutrientes.

Agregar a las comidas ajo, cúrcuma, jengibre: todos alimentos antioxidantes que favorecen la excreción de sustancias indeseables que circulan por la sangre.

Incorporar granos enteros: arroz integral, cebada, trigo candeal, trigo sarraceno, legumbres. Al igual que frutas secas y semillas, donde incorporamos fibra y carbohidratos complejos para obtener energía y saciedad al mismo tiempo, limitando así el consumo de harinas refinadas.

Dato importante: ¡la hidratación! La temperatura, la exposición al sol y la actividad física suelen estar incrementadas en verano, por lo que tenemos que estar más alertas para prevenir deshidrataciones. ¿Cómo aumentar el consumo de agua? Hay quienes hablan de al menos: 8 vasos de agua, o 4 botelllitas. Ambas medidas dan como resultado 2 litros o más, que es lo que recomienda la OMS para favorecer la excreción de desechos y toxinas, entre otras funciones vitales que produce el agua en nuestro organismo.

Si son de los que les cuesta tomar SÓLO agua o no pueden dejar las gaseosas, ¡Animate a hacer tu propia agua saborizada, naturalmente sin conservantes aditivos, ni azucares refinados!

Hay varios tips que te pueden ayudar a darle sabor y color al agua simplemente agregándole:

Trozos de fruta: cítricos, arándanos, frutilla, kiwi, melón, sandía Cubitos de hielo de cítricos o frutas licuadas.

Especias: cardamomo, jengibre.

Hierbas: menta, cedrón, eucaliptus.

Flores: Hibiscus, pétalos de rosa.

O podés optar por agua de coco o jugos recién exprimidos

Por Stefania Savoia
Equipo de Nutrición – New Garden

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