Pieles en Verano, cómo protegerlas y cuidarlas

Enero y febrero son sinónimos de verano y todos queremos lucir una piel bonita y radiante sin importar dónde estemos; ya sea en la playa, en la montaña o simplemente en nuestra casa o trabajo.

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, es una barrera protectora entre el organismo y el mundo que nos rodea. ¡Por eso debemos cuidarla!

Arranquemos con una buena hidratación: se recomienda el consumo diario de 2 a 3 litros de agua por día. Si no te gusta consumir solo agua podés optar por jugos de frutas naturales, limonadas o bebidas sin azúcar. Esto permite la liberación de toxinas, logrando que la piel tenga un aspecto íntegro y suave.

La alimentación también cobra un rol fundamental, ya que contiene los nutrientes necesarios que protegen la piel de agresiones externas como el viento, el frío y/o la exposición al sol.

La vitamina C presente en cítricos principalmente es antioxidante por excelencia, y junto con la vitamina E disponible en aceites y frutos secos, previene el envejecimiento celular prematuro.

La vitamina A, específicamente betacaroteno, presente en vegetales y frutas de color amarillo/anaranjado potencia el bronceado, genera que éste sea más uniforme y prolonga su permanencia evitando la despigmentación.

Es muy importante la protección solar que debe ser mayor a 30 preferentemente, evitar tomar sol en los horarios que no están permitidos y renovarlo cada 3 horas o luego de salir del agua. Tomar sol siguiendo instrucciones inadecuadas favorece la formación de radicales libres que incentivan el envejecimiento prematuro, la aparición de manchas oscuras en la piel y arrugas.

Ahora bien, es hora de que te tomes un tiempo para vos y para tu piel que realmente lo merece. Recordá que la piel facial suele ser más sensible con respecto al resto del cuerpo, por ende los productos a utilizar son distintos.

Te dejo unos consejos para el cuidado de tu rostro: realizá una limpieza con una leche o un gel dependiendo las características de tu cutis. Esto permite retirar restos de maquillaje o impurezas gruesas que se generan en la jornada diaria. Luego, utilizá un tónico para cerrar los poros, refrescar y preparar tu piel para una crema hidratante que será aplicada a continuación.

Una o dos veces por semana utilizar mascarillas que permitan exfoliar, nutrir y alisar tu piel; son bastante accesibles y hay un sinfín de variedades acordes a tu cutis. Si sos de las mías que te gusta todo casero, podés realizarla vos con tus propias manos.

Tomá consciencia de que no hay pieles perfectas, todos los cutis son distintos aunque sí podemos alcanzar una piel sana y nutrida realizando todos los días pequeños hábitos saludables.

MASCARILLA DE LIMPIEZA

-Mezclar una cucharada de aceite de coco, dos cucharaditas de miel de abeja y una cucharadita de jugo de limón. Una vez integrado, aplicar en la cara con masajes circulares. Dejar actuar 15’. Retirar con agua tibia.

El aceite de coco suaviza y nutre, la miel funciona como humectante, el limón como un astringente natural y blanqueador universal, cerrando y afinando poros.

Si se desea, se puede incorporar una pizca de cúrcuma que actúa como antiinflamatorio y descongestivo.

MASCARILLA NUTRITIVA

-Mezclar una cucharada de aceite de coco, una cucharada de yogurt, gel de una hoja de aloe vera y media palta. Una vez integrado, aplicar en la cara con masajes circulares. Dejar actuar 15’. Retirar con agua tibia.

El yogurt hidrata y suaviza al igual que el aloe, que ayuda a cicatrizar y desinflamar. A su vez la palta contiene vitamina E y aceites que nutren y protegen la piel.

Karina Straus
Equipo de Nutrición – New Garden

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