Ricardo Parra presidente de MAPO (Movimiento Argentino para la Producción Orgánica), productor orgánico y representante de la Banca Ética en Argentina habló con Convivir sobre los mitos y verdades de la producción orgánica.
• “Comer orgánico es carísimo y no se puede abastecer a todo el mundo…”
Comer orgánicos no es carísimo, no es accesible hoy a todos los estratos sociales. Hoy es un producto de nicho pero buscamos que no sea así. Es carísimo con respecto a un producto que no es alimento pero con respecto a un producto gourmet o artesanal, no.
El otro mito es que “con lo orgánico no se puede alimentar a todos”, realmente es un mito. Hoy se sigue padeciendo hambre, creo que no es por ahí por donde pasa. Lo orgánico es una alternativa que me encantaría pudiera ser para todos y que cada uno pudiera elejir.
• “La certificación orgánica es muy cara…”
La certificación en sí no es cara si vos tenés todo en regla, seguís trazabilidad, tenés el lugar de producción orgánica de acuerdo a los estándares – a mí me encantaría que no hubiese costo- pero no es cara. Ahora, si pasar a orgánicos significa formalizarte, sí es cara, porque tenés que pagar todo lo que no pagaba para estar en condiciones.
•»Si me vuelvo orgánico me fundo…»
Si tenías un sistema de producción con agroquímicos tenés un periodo de tres años en el cual vas a seguir vendiendo la producción, pero es frágil porque le sacaste toda la medicación que le dabas. Seguramente el primer año vas a tener un poco menos de rendimiento, pero enseguida mejora porque lo que perdés productivamente lo ganás con precio de venta. Hoy lo orgánico, comparado con lo que es producción convencional, a igualdad de precio, está vendido. Se reconoce el valor del trabajo con propósito, con cuidado de medioambiente, con arraigo social.
• “Soy orgánico pero no tengo certificación…”
Lo que es orgánico es certificado por la ley 25.127. A mí me encantaría que la agroecología -yo nací agroecológico- tuviera una normativa; pero hay quien no le pone nada, rota la producción, hace un montón a favor del medio ambiente y quien tira un poco menos de agroquímicos, entonces es difícil establecer el parámetro. Orgánico es el que está certificado, Argentina tiene el nivel más alto de exigencias y hoy es un producto súper bien considerado en todo mundo.
-¿Qué se juega en la producción orgánica?
-La producción orgánica es arraigo, es pequeño productor, son pequeñas extensiones, son familias trabajando, es cuidado del medioambiente, es rotación de producción, es un productor que se siente mejor, que está cuidado, que llega a su casa sin dolor de cabeza. En el recorrido que estoy haciendo como presidente de MAPO visitando distintas provincias lo primero que te dice el productor es que vuelve bien a la casa, cansado pero bien. La producción orgánica no es solamente que vas a comer sano, que no te va a hacer mal, que es un alimento que no es transgénico. Es una inversión, en definitiva con el poder de compra estás eligiendo el mundo en el que querés vivir.
-¿Producir orgánico es el camino más difícil? ¿O el más caro? ¿Sería un camino consciente?
-El camino de lo orgánico es el camino ideal, es el camino de la “Asociatividad”, de la generosidad. Es muy raro que un productor que no se abra con un colega, que no le cuente cómo se hacen o cómo solucionar determinadas cosas. La producción orgánica no es de paquete, no es que viene un ingeniero agrónomo, hoy transformado en visitador médico, y te dice que “si vos querés hacer lenteja, esta es la semilla para este terreno y le tenés que este poner este fertilizante y este agroquímico”. No es lo mismo hacer porotos en salta que en Catamarca, no es lo mismo en un valle que en un lugar con viento, lo que es orgánico es de procesos, esa es la producción orgánica. Hoy no es más difícil, al contrario es mucho más redituable desde lo económico, desde lo espiritual, trabajar la tierra, conocer gente, es virtuoso, es un círculo virtuoso.
-¿Se consiguen semillas para producir lo que se desee?
-Lo más importante son las semillas. Hay un trabajo con el INASE (Instituto Nacional de Semillas), hay un nuevo banco de semillas en Santiago del Estero. Hace poco se hizo el primer encuentro virtual del IICA (Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola) que lo organizó MAPO y ahí nos dimos cuenta que para todo el mundo es complicado el tema de semillas, es uno de los puntos clave.
-¿Qué es Mapo y en que ayuda a un productor Asociarse?
-MAPO nuclea a socios -no necesariamente orgánicos-, productores, cámaras, exportadores, certificadoras, la FAUBA; y los vincula con los entes y los ministerios: Jefatura de Gabinete, Ministerio de Producción, Ministerio de Agricultura, Ciencia y Tecnología, Desarrollo Social. Es transversal a todos los sectores. La idea de MAPO –ya tiene 24 años- fue y es, ser un paraguas para los productores, que si necesitan algo no tengan que buscar y “tratar” de entender, sino llamar a MAPO y que se les dé una solución. Y como es una ONG quien quiera participar tiene que pensar qué puede aportar. Ahora vamos a empezar a dar talleres. Abrimos el juego para que los productores se puedan conectar entre sí, y que se puedan contar sus experiencias. Se intercambian experiencias, opiniones, se habla de qué semillas convienen, qué producto conviene, a quién le compran, es un circulo virtuoso<
Cecilia Andrada
CONVIVIR
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