Que un producto sea orgánico significa que cumple con cinco principios. Obviamente varía entre cosméticos, textiles o alimentos de origen vegetal o animal, pero todos cumplen con lo siguiente:
1) Mantienen o mejoran la fertilidad del suelo. Como todo viene del campo en definitiva, ese alimento lo estas produciendo a partir de un recurso biológico básico: el suelo, cuidando entonces que no se degrade, no se erosione, que no se contamine, que no pierda nutrientes, que no se salinice o compacte, que el “recurso suelo” esté vivo; es decir que tenga microorganismos, macroorganismos, lombrices, materia orgánica, que drene bien. etc. Si eso se mantiene o mejora, que es lo ideal, se estará cumpliendo la normativa. Aunque no tenga ni una gota de agroquímico o transgénico debe cumplir con este principio.
2) Mantienen o mejoran la biodiversidad. Este principio también tiene que ver con la producción primaria, con las materias primas que dan origen a los alimentos. El campo o la finca de frutas, de cereales, de oleaginosas, con ganado o abejas, debe ser suficientemente diverso, contener distintos tipos de flores, de plantas, de seres vivos interconectados. En 1gr. de suelo existen 1 millón de seres vivos diferentes. Cuanta más vida contenga el suelo, más biodiversidad va a poseer. Necesita que existan distintos tipos de verdes, de flores, de colores, de arbustos y de árboles. Por eso un monocultivo de soja, como existe en Argentina, orgánico no podría ser. Tendría que estar en otro esquema. Y por eso es importante rotar los cultivos, las familias botánicas, sumar flores, cortinas forestales o arbustivas, “ecoislas”, etc. Porque es la base para equilibrar el sistema.
3) No contienen agroquímicos ni están contaminados con ningún transgénico. El término preciso es sustancias de síntesis química, que son los agroquímicos -si estamos hablando de campo- como los fertilizantes químicos, los famosos plaguicidas químicos que están totalmente prohibidos en este sistema. Pero no solamente es lo que pasa en el campo sino también lo que sucede después en la planta de procesos; sea un frigorífico, una pulpera, una juguera, un molino o una bodega. No tiene que haber ninguna intervención química, ni de conservantes químicos, ni colorantes, ni acidulantes, ningún tipo de contaminación cruzada con productos de limpieza, productos de control de plagas… Nada de intervención química en el proceso que termine en un alimento, eso está prohibido.
Junto con esto deben evitarse contaminaciones con transgénicos, los famosos OGM (Organismos Genéticamente Modificados). Tienen que ser alimentos donde la materia prima no provenga de semillas transgénicas. Por ejemplo, el 99% de la soja en Argentina es transgénica, entonces conseguir un alimento orgánico que tenga soja es complicado, lo mismo con el maíz. Tampoco debe darse contaminación de polen. Por ejemplo el maíz orgánico tiene que estar al menos a 250 metros de distancia de uno transgénico porque se supone que el polen del maíz no vuela más que esa distancia. También debe revisarse los sitios de almacenamiento o transporte e incluso las cosechadoras para que nos e contaminen con restos de granos transgénicos.
4) Garantizan el bienestar animal. Esto no tiene que ver con que sean veganos –si bien muchos lo son- porque también hay leche, miel y carne orgánica. Pero el animal tiene que ser cuidado, mantenido y criado en un sistema lo más parecido a su conducta y dieta natural. Tampoco se pueden utilizar antibióticos u hormonas. Si es una oveja, una vaca o una cabra -un rumiante- come pasto, entonces no puede estar encerrada en un feedlot toda su vida comiendo granos, es impropio para su especie y dieta. La carne orgánica proviene de un sistema pastoril que redunda en beneficios nutricionales – la carne de feedlot es peor para la salud que la carne a pasto-. Si estamos hablando de aves tienen que caminar y obviamente está prohibido todo lo que sea picanas, maltrato, etc. Hay cuestiones específicas de tiempo de destete, castraciones, mutilaciones, la sincronización de celos, etc. Y si el animal se enferma y no queda salida que una intervención química prevalece la vida del animal y es intervenido, pero sale del sistema y se venderá como convencional, no como orgánico. Los pollos no deben estar hacinados, las abejas (que comen miel) deben tener miel en el invierno y no melaza o jarabe de maíz para reemplazarla y sacarle todo su alimento para vernderlo.
5) Permiten garantizar la trazabilidad. Se debe poder reconstruir su historia con documentos y registros. Vos podes tener de la góndola al campo todos los documentos o todos los registros que te prueban cómo se produjo. Eso sirve como garantía y como gestión
Parte de la entrevista al Ing. Agr. Facundo Soria, Coordinador Área de Producción Orgánica de la Dirección Nac. de Alimentos y Bebidas, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
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