Los Mandalas

La palabra Mandala proviene del sánscrito y significa “círculo” o “círculo sagrado”.
En la cultura egipcia, se registra su utilización ligada a la trasmisión de energía positiva en los lugares donde se los pintaba y como instrumento de meditación profunda. También de uso hogareño, dentro de las casas servían para atraer la energía positiva o trasmutar la negativa y para crear armonía y balance.
En la ancestral China se emplean para crear abundancia y prosperidad y para fortalecer la salud. Y en esta parte del mundo, también se ven en bordados coloridos de tribus de pueblos originarios; en algunas tradiciones se usan como amuletos para promover la valentía y el coraje, además alejar a los malos espíritus.
La cultura tibetana, realiza mandalas con arena de colores, que se estudian durante un tiempo y luego se deshacen preparando el terreno para nuevas creaciones.
En cada parte del mundo, los mandalas encuentran su significado y uso según la religiosidad o espiritualidad de cada cultura.
Estos dibujos son símbolos de sanación, totalidad, unión, interacción. Es la energía circular por la que nos movemos y por la que el cosmos se mueve. Todo en nuestro alrededor tiene forma circular, desde el universo y sus planetas, hasta nuestra propia naturaleza o la que nos rodea. Incluso los átomos y las células son circulares.
Desde el inicio, la humanidad buscó la manera de comprender la fuerza del universo y unirse a ella. Esa energía circular que tiene un centro vital que es el comienzo y el fin, el origen, el ciclo, la evolución que gira sobre un eje y así, desde el punto de vista espiritual es el centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. Un mandala posee cuatro partes básicas. El punto central (el yo), la irradiación de ese punto (vínculos con familiares), segundo círculo (amigos) y el límite circular exterior (relación con el mundo).
Cada mandala tiene su propia representación con un significado particular que se ha estudiado y elaborado a lo largo del tiempo y que ayudan a meditar con el lado lógico de nuestro cerebro. Estos son:
Círculo: la perfección, el cosmos, el cambio
Cuadrado: la estabilidad, el equilibrio, el entusiasmo Triángulo: la plenitud, la transformación, el inconsciente
Cruz: las decisiones, la unión de aspectos opuestos, distintas direcciones Rectángulo: la inteligencia, la riqueza, la vida terrenal
Pentágono: la silueta del cuerpo humano, los elementos, el poder Hexágono: impulsividad, agresividad
Corazón: amor, felicidad, alegría, amistad
Laberintos: búsqueda interior, encontrar el propio centro Mariposa: auto renovación, evolución
Estrella: espiritualidad, libertad, salvación, imaginación
Espiral: vitalidad, curación, flujo energético

Muchas catedrales tienen vidrios de colores vivos que representan mandalas, dibujos sagrados que sirven de iluminación y como conexión entre lo mundano y lo espiritual. Aún en estas distintas formas, cada una tiene un centro, que mueve la energía circular.
A su vez, así como se han estudiado los significados de las formas, también tienen su importancia los colores utilizados en los mandalas los cuales están íntimamente relacionados con los chackas del cuerpo humano y su tonalidad. De abajo hacia arriba ellos son:
Rojo, primer chackra: pasión, amor, fuerza, valor, sexualidad, deseo, peligro, prohibido.
Aspecto físico: fuerza a los órganos reproductores
Naranja, segundo chackra: optimismo, calidez, creatividad, fraternidad, éxito, vitalidad.
Aspecto físico: energía a los intestinos y colon
Amarillo, tercer chackra: energía, inteligencia, diversión, sabiduría.
Aspecto físico: fuerza al aparato digestivo
Verde, cuarto chackra: esperanza, equilibrio, crecimiento, naturaleza.
Aspecto físico: energía al sistema circulatorio, cardiovascular
Azul, quinto chackra: serenidad, libertad, verdad, armonía, frialdad, seriedad, lealtad.
Aspecto físico: energía a los pulmones, garganta
Índigo, sexto chackra: intuición, comunicación con el ser interior, control mental.
Aspecto físico: fuerza al cerebro, sistema nervioso, muscular y óseo
Violeta, séptimo chackra: espiritualidad, transmutación, poder, romanticismo

SIGNIFICADO DE LOS COLORES
Rosa: dulzura, calma, delicadeza, buen humor, sensibilidad.
Aspecto físico: energía al corazón Blanco: pureza, simplicidad, limpieza, frescura, inocencia Gris: paz, formalidad, elegancia, orden Negro: silencio, profundidad, misterio, tristeza, independencia
Marrón: estabilidad, firmeza, riqueza, compasión

Asimismo, estos dibujos, pueden simbolizar el yo, el pequeño universo individual de cada persona. Y es por esto que en la actualidad, los mandalas, son utilizados por psicólogos y educadores para mejorar la memoria y alcanzar la concentración, además de para conocer o intentar entrar un poco en ese mundo interno.
Observar, pintar, dibujar, caminar sobre mandalas ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, manifiesta nuestra energía creativa y nos reconecta con nuestro Ser. Es un viaje a nuestra esencia, descubriendo espacios que estaban ocultos y conociendo y/o conectándonos con nuestro inconsciente. Psicológicamente, al reflejar nuestra psique, representan la totalidad de nuestro Ser. Es por eso que se utilizan con fines terapéuticos. El simple hecho de colorear mandalas pone en funcionamiento aspectos físicos tales como la vista, el tacto, los músculos; mentales como la elección del color, su disposición, la creatividad; y psicológicos en tanto cada elección está relacionada con nuestro ser y estar en ese momento y conectando nuestro hemisferio derecho con el izquierdo.
Asimismo, contemplar un mandala es una técnica muy poderosa para la meditación ya que son útiles para la concentración, la atención, la activación de la energía positiva y para elevar el nivel de conciencia. Incluso puede traer recuerdos que estaban olvidados.
Si se quiere trabajar personalmente o en una terapia con mandalas, sea para concentración, para sanar algún chackra, para equilibrar nuestro ser interior o para conocernos íntimamente, basta con dibujar el propio, colorear uno ya dibujado o simplemente dejarte atrapar con un mandala que te llame la atención. Elije un lugar y un momento cómodo y tranquilo, relaja la mente y comienza con este momento privado, dejándote llevar, sin juzgarte o analizarte hasta finalizar el trabajo. Si lo realizas más de una vez en distintos días podrás ver los cambios de ánimo en cada uno de ellos y analizar su significado.
En un mundo tan conflictivo y que nos influye tanto espiritual y energéticamente, ver a nuestro alrededor, encontrar los colores que nos rodean o tomarnos un momento para realizar un mandala, puede ayudarnos a relajar y a encontrar un poco de paz, al tiempo que vamos entrando, de a poco en nuestro Ser Interior.

Gisela Medrano / CONVIVIR

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