Falsificar el “sí mismo corporal”

En el mundo de las imágenes todo es representado. Cada uno de los escenarios son creaciones mentales que nos condicionan. Por ejemplo, podemos idear relatos y representaciones que nutren el alma y permiten vivir en liviandad y coherencia o crear imágenes que enclaustren y nos conviertan en esclavos o esclavas de ilusiones o expectativas inalcanzables. La última opción es la que suele activar desequilibrios internos. Veamos como esto se desarrolla: primero nuestra mente y cuerpo se ve afectada por ilusiones inalcanzables, luego vienen las preocupaciones, si éstas se alimentan de pensamientos negativos y reiterados, como por ejemplo “nunca lo voy a lograr” “ siempre me falta algo” el cuerpo corre el peligro de detonar, sin embargo, a modo de mecanismo de defensa o temor a quedar al descubierto, hay gente que esquiva la advertencia construyendo una gruesa “pantalla” o “muro” (a propósito de las redes sociales) que va cubriendo su realidad mediante sofisticados maquillajes. “Todo está bien … nada de qué preocuparse…mi personaje de la foto a todos les gusta y me da felicidad”.  Así, se falsifica el propio sí mismo corporal, es decir se proyecta una representación personal que no es real porque confunde el valor de sí misma con un cuerpo atractivo focalizado más en la imagen externa que en la satisfacción profundamente interna. Esta construcción encarna una necesidad exagerada de complacer que perpetúa la enajenación.  Así es como se falsifica el propio sí mismo. El Ser se subordina a lo que otros ven de una o uno y esto constituye los cimientos de dependencias y apegos que debilitan la fuerza del yo. La sociedad de consumo lo que engendra es un contexto de carencia, ansiedad e incertidumbre. Cuando la persona vive “hacia afuera” está más inerme ante las manipulaciones del mercado. 

Transformemos el sentido del “gustar” en un acto de amor propio que no sea distorsionado por el afuera y permitamos que cada “like” sea un acto interno que alimente la autoconfianza sin que nadie manipule la savia de la belleza personal creada desde un sentido de realidad y no de ilusiones. 

Por Alejandra Brener
Lic. en Ciencias de la Educación
Ter. Corporal – Bioenergetista
alejandrabrener@gmail.com
Facebook Alejandra Brener Bioenergetica
Instagram @espacioatierra

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