La autoestima es un estado interior que se relaciona con la valoración, aceptación y aprobación de nosotros mismos y con nuestra sensación de autoeficacia para enfrentar los diversos desafíos que nos presenta la vida.
El juicio de valor que ejercerá mayor influencia en tu destino, es el que tienes acerca de ti mismo. Una autoestima elevada es lo que te permitirá tomar las decisiones más adecuadas para edificar la realidad que deseas en tu vida.
El reconocimiento que tengas acerca de tus capacidades es lo que determinará mayormente el éxito o el fracaso en todo lo que emprendas. Puedes tener muchas capacidades, pero para poder utilizarlas, primero necesitas reconocerlas. Nuestro nivel de autoestima se ve reflejado en las elecciones que hacemos en los distintos ámbitos de nuestra vida: trabajo, pareja, salud, amistades y demás áreas.
Cuando nuestra autoestima está baja, nos maltratamos a través de las elecciones negativas que hacemos: elegimos parejas que nos hacen sufrir, nos aferramos a nuestras adicciones, no creemos en nuestros recursos personales, sentimos inseguridad y tensión ante situaciones nuevas, no nos atrevemos a expresar nuestras opiniones, todo lo que nos hace padecer cotidianamente los efectos negativos de dichas elecciones. En cambio, cuando nuestro nivel de autoestima es elevado, no solamente hacemos elecciones positivas, sino que rechazamos las posibilidades de entrar en situaciones que puedan ser perjudiciales para nuestra dignidad y afecten nuestro sentimiento de valía. El nivel de autoestima también influye en nuestra capacidad para tomar decisiones. Un nivel bajo nos hace sentir inseguros y tener dudas acerca de nuestra capacidad para tomarlas. En cambio, un nivel alto nos permite tener confianza en nuestro propio criterio para decidir lo que será mejor para nosotros mismos.
Nuestra vida actual es el resultado de nuestras elecciones y decisiones del pasado, y las elecciones que hacemos hoy son las que están construyendo nuestro futuro. Comenzar a elevar nuestro nivel de autoestima nos permitirá ir deshaciendo los efectos perjudiciales que padecemos en el presente, a causa de nuestras elecciones negativas en el pasado.
Los problemas actuales reflejan el nivel de autoestima:
¿Te cuesta tener amigos?
¿Te consideras incapaz para lograr tus objetivos?
¿No puedes conseguir una pareja estable?
¿Te sientes solo en la vida?
¿Sientes que el éxito es solo para los demás?
¿Crees que el futuro es desesperanzador?
¿Piensas que los otros hacen las cosas mejor que tú?
Estas dificultades actuales están sostenidas por creencias negativas que reflejan un descenso en el nivel de autoestima.
Algunas creencias negativas con respecto a uno mismo pueden ser:
– Nadie me quiere
– Soy incapaz, no sirvo para nada
– Todo me sale mal
– No soy esa clase de persona exitosa
– Lo bueno no es para mí – Soy inútil
– No puedo hacerlo – Soy un fracasado
– Soy un desastre
Estas creencias negativas son distorsiones interpretativas que tenemos acerca de nosotros mismos. Identificarnos con ellas debilita nuestra autoestima.
“La Inteligencia Optimista”
Lic. Viviana Blas. V&R Editoras.
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