Es muy común escuchar palabras como hiperglucemia, insulinoresistencia, trastornos genéticos… todos términos médicos, pero qué es en realidad la diabetes? Es una enfermedad crónica en la que se altera el metabolismo de los macronutrientes (principalmente los carbohidratos). Si bien hay varios tipos de diabetes, la más popular es la Miellitus, donde el común denominador es la hiperglucemia, un aumento en las concentraciones de glucosa en sangre, el cual puede deberse a que el páncreas secrete una nula o mínima cantidad de insulina (hormona encargada de que la glucosa ingrese a las células y sea allí convertida en energía) [DIABETES TIPO I] o bien, puede ocurrir que se secrete normalmente la insulina, y sean los receptores de las células quienes fallan a la hora de incorporar la glucosa, por lo que esta última no ingresara los tejidos y quedara circulando en la sangre [DIABETES TIPO II], esto es lo que se conoce como “insulinoresistencia”. Esta última es la que mayormente nos afecta, pero a la vez, es la que podemos prevenir…
Ahora que definimos que es la diabetes y los mecanismos por los que actúa, sería importante comentar que, si bien la genética de cada uno tendría un papel muy relevante en el curso de la enfermedad, de acuerdo a cada estilo de vida predispondrá más o menos para que la misma se desarrolle. El sedentarismo y una alimentación con elevado consumo de azucares y/o harinas refinadas (principalmente), y a su vez acompañado de excesos de alimentos ricos en grasas saturadas, sodio, colesterol, son algunos factores que influirían en la aparición de la patología.
Para prevenir la insulinoresistencia
Llevar una alimentación adecuada: Es preferible optar por alimentos ricos en fibra, ya que la misma tiene el efecto de modificar la metabolización de ciertos nutrientes, entre ellos la glucosa, disminuyendo su absorción, por lo que el consumo habitual de alimentos integrales (cereales, panes, harinas, etc), frutas y verduras, semillas, etc. ayudaría a prevenir la aparición de la enfermedad. Al mismo tiempo, se debe reducir la ingesta de harinas refinadas, ya que estos se absorberán más fácilmente aumentando la concentración de azúcar en sangre.
Disminuir el consumo de azucares de todo tipo, mieles, o productos que contengan JMAF (Jarabe de Maíz de Alta Fructosa) que todos elevan la glucemia en forma rápida. Elegir edulcorantes naturales como stevia o artificiales como sucralosa, sacarina, entre otros.
Evitar el sobrepeso y la obesidad: Son 2 fenómenos que hoy por hoy son muy comunes de encontrar en la población y que presentan una tendencia a seguir aumentando, por lo que es importante estar pendiente de los mismos, puesto que están muy estrechamente relacionados con la insulinoresistencia, la cual puede ocasionar futuras complicaciones, entre ellas la diabetes.
Realizar actividad física periódicamente y evitar el sedentarismo: Esto ayudara a regular el peso y mantener en equilibrio los niveles de glucosa en sangre.
Si bien, son consejos que pueden resultar básicos y lógicos, es importante que los conozcan y tomen conciencia de la importancia de los mismos, ya que ponerlos en práctica resultara la forma más eficaz de cuidar nuestra salud y prevenir la aparición de patologías como Diabetes.
Antonella Strangio
Equipo New Garden