¿Puedo hacer una huerta en casa?

Hoy que nuestros patios, terrazas y balcones adquirieron importancia vital, nos ocupamos mucho más de nuestras plantas y surge esta vieja idea del huerto en casa…” Que hermoso sería” – pensamos – pero ¿Puede hacerse realidad? ¡Claro que sí! El secreto es cuidar la tierra para que ella se encargue de proteger los cultivos y, si bien no es trabajo dificultoso, para tener una huerta en nuestra casa, hay mucha información que deberemos tener en cuenta e investigar sobre variados aspectos que, quizás, nunca nos habíamos cuestionado antes.
Lo primero será encontrar un lugar apropiado para disponer todas las macetas que queramos. Este lugar puede ser un balcón o una terraza y en caso de no tener, buscaremos un lugar con bastante luz. Lo mejor será que cuenten con unas seis horas de sol. Así también, es importante que conozcamos el espacio donde sembraremos. Saber la cantidad y las horas de luz y el viento ayudará a proteger mejor nuestro huerto y evitar que se arruine.

Para continuar, debemos evaluar las necesidades de cada planta, es decir, la cantidad de tierra que necesita, el espacio, la altura. Y de esta manera, elegiremos las macetas adecuadas para cada cultivo. Todas, sin distinción, deben tener un buen drenaje para que el agua corra y una gran profundidad para que las raíces estén cómodas. A continuación, pensaremos en la tierra, lo cual no podemos tomar a la ligera, ya que será con ella con lo que proporcionaremos los nutrientes necesarios. Lo ideal es combinar variados abonos o sustratos. El mejor abono es el orgánico.


Ahora sí, ¡manos a las plantas! Para hacer nuestra siembra podemos optar por hacerlo directamente en el huerto o comenzar con un semillero. Algunas hortalizas como el tomate, la berenjena, los pimientos, las lechugas, las cebollas, etc. aceptan bien la idea de comenzar plantándolas en un semillero. Hay otras que no, ya que pueden estropearse en el trasplante. Será propicio que nos informemos antes de realizarlo.

Para hacer el semillero, podremos utilizar cualquier recipiente pequeño como envase de yogur, agujerean- do el fondo para que el agua salga o comprar un semillero. Sembraremos las semillas seleccionadas a una profundidad 2 ó 3 veces mayores que su tamaño y pondremos como abono la misma que utilizaremos en el huerto, aunque tamizado para que las partículas más grandes no molesten a la germinación. Colocaremos nuestro semillero en un lugar con abundante luz y nos ocuparemos que el sustrato esté suficientemente húmedo todo el tiempo para ayudar a la germinación de nuestra planta.

Esta técnica es buena para cuidar nuestra hortaliza en su primera fase de desarrollo. Cuando ésta haya superado la altura del envase y tengo algunas hojas reales, realizaremos el trasplante al huerto definitivo. Algunas hortalizas son más amables a este paso y no necesitan tanta sensibilidad como otras, sin embargo, es una tarea que haremos con cuidado y cariño para preservar nuestro huerto. Una vez en el lugar definitivo, nos ocuparemos de cuidar nuestras plantas y mantenerlas constantemente vigiladas y húmedas.

A tener en cuenta… No todas requieren la misma cantidad de agua ni se las puede regar de igual manera. Y además, es necesario agregarle fertilizantes balanceados a las plantas para alimentarlas mejor. Nuestro huerto tendrá visitantes, algunos pueden ser buenos para él y otros dañinos. Para cuidarlo de posibles amenazas, es recomendable plantar entre las macetas, algunas aromáticas que además de proporcionarnos un aroma y un sabor exquisitos, van a aumentar la biodiversidad del huerto atrayendo insectos beneficiosos y espantando a los que puedan arruinar nuestro proyecto verde.
Ahora sí. Una vez que haya pasado el tiempo, vendrá el momento más esperado: la cosecha. Ésta, la haremos acorde a los frutos que estén en su momento adecuado, recogiendo lo que vayamos a consumir. Hay algunas hortalizas que es mejor recogerlas cuando están maduras, mientras otras, lo ideal es cosecharlas antes ya que es el mejor momento para con- sumirlas. La cosecha será importante hacerla con cuidado utilizando tijeras o cuchillos adecuados, sin lastimar a la planta para que ésta pueda seguir produciendo.

Un consejito más…Un dato más que deberemos averiguar es el calendario de siembra de cada planta. Vale aclarar que no es lo mismo, el período de siembra que el de cultivo. Y para que nuestros cultivos crezcan hay que saber cuándo sembrar cada cosa.

Gisela Medrano
CONVIVIR


Calendario de siembra
Si estamos pensando en empezar una huerta, sobre todo en esta época del año, necesitamos tener presente el calendario de siembra para plantar las variedades que estén listas para crecer durante las épocas de frío.
Algunas de las especies que podemos plantar durante ésta época son:

  • Lechuga 4 Estaciones: Todo el año – Almácigos y transplante
  • Rabanito: Marzo a Agosto – Siembra directa.
  • Frutilla: Marzo a Abril – Arrancado y transplante
  • Cebolla de Verdeo: Todo el año – Transplante de bulbos.
  • Ajo: Febrero a Abril – Siembra directa.
  • Cilantro: Marzo a Abril – Siembra directa.
  • Habas: Marzo a Abril – Siembra directa.
  • Arvejas: Marzo a Abril – Siembra directa.
  • Remolacha (Detroit): Todo el año – Siembra directa.
  • Perejil – Apio: Marzo a Abril – Siembra directa.
  • Zanahoria (Chanetennay, Nantesa, Colmar): Todo el año – Siembra directa a chorrillo.
  • Cebolla: Abril – Siembra directa
  • Puerro: Febrero a Abril – Almácigo y transplante.
  • Radicheta: Febrero a Mayo – Siembra directa.
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