Que placer nos produce darnos una ducha después de un día de trabajo y qué decir de un baño de inmersión. Es un momento intimo en el que podemos aprovechar a que el agua se lleve las cargas negativas del día y las emociones más densas, que podamos eliminar toxinas y metales pesados y prepararnos para un sueño reparador.
Contamos para esto con una gran variedad de productos, dentro de los más naturales están las sales de baño. En las perfumerías existen de diferentes colores y aromas, pero me gustaría hablarles de una sal especial, las Sales de Epsom.
La sal de Epsom, o de Sulfato de Magnesio o mejor conocida como Sal Inglesa fue y es usada como purgante, en especial previo a un estudio que involucre el tracto digestivo, pero hoy les comentare otras virtudes de esta sal.
Promueve un sueño profundo y relajado, debido a que alivia las tensiones del día y relaja el cuerpo. El magnesio que contiene las sales ayuda a regular los desequilibrios de presión, nerviosismo, depresión. Si acompañamos el baño y las sales con unas gotas de Esencia de Lavanda y una taza de té de Tilo o Manzanilla, la relajación será más profunda.
– Dolores musculares, inflamación articular: mientras que tomamos el baño podemos masajear con el agua salada las articulaciones doloridas y las tensiones musculares, es excelente para aliviar dolores y frenar el proceso inflamatorio.
– Desintoxicación: A mi entender este es el punto sobresaliente. Vivimos rodeados de toxinas y radiaciones electromagnéticas, el agua que consumimos contiene metales pesados, los herbicidas y pesticidas se usan en exceso, polución ambiental, ruidos, redes celulares, etc… todo esta va cargando en forma disarmonica nuestro cuerpo día a día, las Sales de Epsom disueltas en el agua a través de procesos fisicoquímicos ayudan a extraer estas toxinas, incluso se puede notar que el agua se enturbia.
Si no contamos con una bañera podemos colocar las sales en una palangana con agua tibia y dejar los pies en remojo un rato, no solo calmará los dolores en nuestros pies, sino que el agua se oscurecerá a causa de las toxinas.
– Exfoliación: podemos mezclar una cucharita de sal con una taza de tamaño de café de aceite (puede ser oliva, girasol) y masajear el cuerpo generando una exfoliación y retiramos así las células muertas.
Forma de uso: se coloca una taza de Sal inglesa en el agua caliente de la bañera revolviendo hasta su disolución total. Se puede hacer hasta 3 veces por semana. Si solo se realiza una vez, colocar entonces una taza y media o dos de sal.
Esencias
Podemos acompañar el baño con gotas de esencias naturales puras:
• Relajamos con el aceite de Lavanda
• Levantamos el ánimo con los cítricos (Naranja, Limón, Lemongras)
• Calmamos cefaleas con el Oleo 33
• Abrimos los bronquios con la Menta y Eucaliptus
• Despejamos pulmones con Tomillo
Más allá del uso recomendado de las esencias es importante que uno se sienta a gusto con ellas, de nada sirve una Lavanda para quien no gusta de su aroma, los perfumes se conectan con una parte muy sutil, nos llevan a evocar lugares, personas, situaciones vividas y esto es muy importante al momento de elegir la esencia.
Para terminar nuestro baño, antes de secarnos podemos untarnos levemente con un Aceite compuesto de Almendra, Jojoba y Argán, sumamente nutritivo, ricos en Vit E. Este aceite se coloca sobre el cuerpo todavía mojado, untando suavemente desde los pies hasta el cuello, se puede usar también en el rostro, pero solo para pieles secas. Luego con la toalla secamos suavemente, la piel queda sedosa y muy humectada. Reemplaza perfectamente a las cremas.
Para terminar, rociamos sobre el rostro Agua de Rosas (solo de a base de aceites naturales, no sintéticos) para cerrar los poros y colocamos una gasa con 2 o 3 gotas de nuestra esencia preferida en la almohada.
Un mimo al cuerpo y al alma. Dulces sueños…
Farm. Dra. Miriam Noemí Bruno
D.T. Farmacia Homeopática Libertad
farmacialibertad0@gmail.com