“La rabia hace subir la energía, la alegría la vuelve más lenta, la aflicción la disipa, el temor la hace descender, el susto la dispersa, el agotamiento la marchita y la preocupación la estanca.” Clásico de Medicina Interna del emperador Amarillo. Siglo II a.C.
En el sistema de salud chino a las reacciones extremas se llaman las «Siete Emociones Perjudiciales» que según ellos son las principales causas internas de la enfermedad.
1. Alegría. Alegría y risa en exceso dañan al corazón y dispersan el espíritu.
2. Rabia. La ira daña la energía Yin del hígado que controla la sangre, la bilis y otros fluidos asociados. Este desequilibrio aumenta la energía Yang del hígado que asciende hasta el corazón y la cabeza, produciendo dolor de cabeza, mareo, visión borrosa y confusión mental. Los frecuentes estallidos de cólera dañan al hígado, daño que hace más propenso a la rabia estableciendo un círculo emocional destructivo. También el hígado dañado produce problemas en la vista.
3. Angustia. Bloquea la energía y daña los pulmones. La respiración superficial y entrecortada que se experimenta durante los periodos de ansiedad intensa es un síntoma común conocido por los médicos. También perjudica al intestino grueso pudiendo producir estreñimiento o colitis ulcerosa; además la angustia crónica daña las actividades del páncreas y estómago.
4. Concentración. La concentración excesiva (obsesiva concentración mental en un problema) daña el bazo, páncreas y puede perjudicar la digestión.
5. Aflicción. Los periodos prolongados de gran aflicción hacen daño al corazón y a los pulmones; hace que se disipe rápidamente la energía vital produciendo un grave debilitamiento de la resistencia. La medicina sabe bien que las personas afligidas son vulnerables a las enfermedades graves entre ellas el cáncer. Dentro de la aflicción el pesimismo es muy nocivo para el corazón.
Lo mismo que las personas con corazón débil producen propensión a la aflicción y al pesimismo, pudiendo formarse un círculo psicofisiológico continuo.
6. Temor. El temor en exceso daña la energía de los riñones haciéndola bajar produciendo a veces el descontrol de la vejiga (órgano pareja Yang). Por otro lado si la energía renal es débil (por ejemplo una infección crónica) se es propenso al temor crónico. El temor y la paranoia crónicos causan fácilmente insuficiencia renal y daño permanente a los riñones. Los niños que se mojan en la cama suelen tener sentimientos de miedo.
Prof. José María Mingarro