¿Por qué homeopatía para mi perro o gato?

¿Y por qué no? Cuando me recibí de veterinario hace unos cuantos años me enamoré de la clínica, esa especialidad en donde se toma al paciente como un todo, se buscan síntomas mediante procedimientos especiales llamado semiología, se ordenan y clasifican y se le pone título a la enfermedad que está padeciendo nuestro amigo. Hasta ahí todo bien, pero luego cuando pasamos al tratamiento la cosa cambia y mucho. En 1978 año del mundial, pero también cuando con el título de veterinario comencé a trabajar, el manual de terapéutica llamado Kirk que iba en aquel entonces por su 4ta temporada, me decía que por ejemplo a la demodexia había que tratarla con corticoides, porque se presumía una reacción inflamatoria. Luego se fue cambiando la receta por un insecticida para matar al parásito externo llamado demódex. Algunos años después se descubre que es un problema inmunitario y además de matar al parasito hay que elevar las defensas… y así con cada nuevo Kirk se cambiaba los tratamientos de muchas enfermedades. Salvo la aspirina que duró 100 años, los demás medicamentos a los 10 ó 20 años me los cambian. Es decir que lo que hacía hace 40 años visto desde hoy era un desastre, lo más probable que dentro de 40 años mirando lo que estamos haciendo hoy también será considerado un desastre. Lo titulé síndrome Kirk (a los que les interese en mi página está más desarrollado www.homeovet.com.ar). Cuando conocí la homeopatía al ver un tratamiento muy exitoso, descubrí que su terapéutica no cambia. Lo que se hace desde 1790 se sigue haciendo igual. Por supuesto que se han incorporado nuevos medicamentos, pero la base, la forma de trabajar, de elaborar los remedios no ha cambiado durante más de 200 años. La forma de trabajar es semejante. Se buscan síntomas, se jerarquizan, se ordenan y con ellos se hace el diagnóstico. La diferencia es que los síntomas se modalizan, es decir que se detallan minuciosamente, se llenan de adverbios: Prurito. ¿Cuándo? ¿cómo mejora? ¿cómo empeora? ¿Cómo lo vive?: tranquilo, nervioso, agresivo, ansioso, temeroso etc. Además se describe al paciente: friolento o caluroso, se describe su conducta, sus deseos de comida, si son sedientos o no etc.   Con todo ello se busca el remedio que mejor se adapta al caso y no sólo ese es “su” remedio, sino que la enfermedad se denomina con ese nombre agregado. Tiene una alergia de Sulphur, de Pulstilla, de Nux vómica etc. Su demodexia es de Lycopodium, de Psorinum, de Natrun muriaticum. Cuando comencé a trabajar con homeopatía mi sorpresa fue total, no sólo se curaban enfermedades que antes sólo se paliaban, se mejoraron síntomas de enfermedades crónicas sin agregar toxicidad. Cuando cada caso es diferente, la motivación del veterinario es mayor, ya que hay que investigar mucho más y trabajar mucho más. No es que todo se soluciona con homeopatía, porque hay enfermedades o lesiones que son irreversibles y a veces no encontramos el remedio mejor indicado, pero uno duerme muy tranquilo porque los remedios son inocuos y no producen ningún daño agregado. 

Cuando años después ingresé en el mundo de la cinofilia, el uso de la homeopatía en todos los estamentos: cría, entrenamiento, exposiciones, reproducción etc. La experiencia fue algo muy interesante. Desde ayudar a la preñez, gestación y parto. La crianza de los cachorros: producción láctea, control de crecimiento, mejoramiento de aplomos, complemento nutricional, hasta mejorar la inmunidad durante el stress del destete y adaptación a la nueva familia. A la hora de mostrarse en exposiciones, los temores escénicos, la adaptación al corralito, peluquería, musculatura, temperamento. Fue un hermoso aprendizaje que junto a handlers,  entrenadores, criadores fui desarrollando hasta encontrar el mejor remedio para cada etapa de la crianza y entrenamiento. La homeopatía es una gran ayuda en sus labores y a lo largo de los años mantienen la confianza y el respeto por este método de tratamiento. En los siguientes artículos iré ampliando y profundizando sobre nuestro trabajo. 

Hasta la próxima. Salud y alegría< 

Por MV. Jorge S. Muñoz
Médico veterinario homeópata
www.homeovet.com.ar  @homeovetmunoz

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