ENCUENTROS CIRCULARES
Los encuentros circulares son experiencias que permiten compartir sentires de manera colectiva. Para que esto ocurra cada miembro del grupo necesita ser escuchado con todo el cuerpo, y esto involucra no solo los oídos sino que el corazón, los ojos, el tacto y demás órganos que nos constituyen. Compartir de esta manera, nos expone a un modo de comunicación que transciende la grupalidad, porque se trata de una entrega mayor. Un encuentro circular puede conformarse con amigas, amigos, compañeros de trabajo, familia, y suele darse cuando hay lugar para cada uno, hay escucha y compasión, sus miembros no se centran solo en sí mismos, es decir dejan de lado los protagonismos. Se dispone de un tiempo sin prisa para girar la mirada hacia dentro y conectar con lo que realmente se está sintiendo en compañía. Es una experiencia que desentona con las jerarquías, luchas de poder y control, e invita a buscarse en el otro sin las hostilidades propias de una sociedad competitiva. En un ambiente cómodo, se habla y escucha. El propósito es ese, todo en un contexto de paciencia, confianza y, especialmente, de horizontalidad. Poder entregarse a esa desnudez es un arte que merece tiempo y templanza. En algunos círculos se utilizan rituales y herramientas que generan lazos seguros, esos que permiten soltar lo más íntimo, cuando esto sucede, se producen conexiones profundas. Son espacios que entraman el sentir con contención haciendo resonar conjuntamente las historias personales. Mi experiencia en círculos de mujeres me ha regalado la posibilidad de percibir la vibración de lo colectivo, de animarme a desenmascarar episodios muy guardados que han afectado mi género, entonces, allí en sororidad, pude expresarlos, cayeron los velos de las amenazas, de los juicios y así, se dejó espacio para las resonancias, la comunicación espontanea. Conectar con las vergüenzas, las audacias, las experiencias dolorosas, es un camino que fortalece el amor propio, el empoderamiento y genera una amplia red, es decir un respaldo que se percibe más allá de las fronteras del lugar, porque desarrolla una potente seguridad interna que se lleva hacia todos los ámbitos de la vida.
El sábado 15 de marzo las invito a participar de un Encuentro circular coordinador por mí junto a otras dos colegas: Sara Hanono y Rosario Quines. Elegimos llamarlo “Trama femenina” …una alquimia entre lo individual y lo colectivo
Por Alejandra Brener
Terapeuta corporal bioenergetista
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