En el año 2016 se dieron a conocer resultados sobre un estudio poblacional relacionado a este tema que dio a conocer una realidad preocupante acerca de cómo avanza la epidemia de la enfermedad hipertensiva en la Argentina en los últimos años. En relación a 2008/2009 cuando se realizó la primera edición de este estudio, la prevalencia de Hipertensión Arterial (HTA) aumentó un 8,5%. Lo cierto es que es mayor el número de hombres que de mujeres que padecen esta enfermedad y hay un porcentaje muy grande de personas que desconocen que la tienen.
Pero vamos a hacer un repaso sobre qué es la HTA. Se trata de la elevación constante de los niveles de presión sanguínea, por arriba de los valores que son considerados normales para la población general. Ésta es una enfermedad irreversible en donde se produce una estrechez en las vías sanguíneas más pequeñas y las arterias pierden su elasticidad y por eso es más necesario bombear con más fuerza para poder enviar sangre a todos los órganos.
Algunos factores que generan la hipertensión son el tabaquismo, el colesterol alto, la diabetes, acumulación de grasa en los vasos sanguíneos, pasar por situaciones de angustia o estrés, no realizar la cantidad de actividad física necesaria y alimentarse erróneamente, familiares de personas con hipertensión o tener más de 60 años.
El tratamiento que se lleva a cabo con la hipertensión tiene su objetivo en la prevención de eventos cardiovasculares, buscando que los niveles de presión sean menos a 140/90mmhg que son los normales. Es un régimen de toda la vida y puede incluir desde cambios en algunos hábitos, hasta el uso de medicamentos, dependiendo la gravedad de la condición.
Claro que las medidas que se puedan tomar en la vida cotidiana, que no incluyan medicamentos, sino hábitos o estilos de vida, son aplicables a cualquier persona, tenga o no HTA. Estas son
– Lograr y mantener un peso saludable.
– Cuidar el consumo de sal en las comidas, especialmente quienes tengan diabetes.
– Comer frutas y verduras diariamente.
– Alimentarse con alimentos frescos que contienen menos sodio.
– Usar especias y hierbas para resaltar los sabores.
– Controlar los niveles de colesterol en sangre.
– Hacer actividad física con frecuencia.
– Evitar el consumo de tabaco y de alcohol.
– Controlar el estrés.
– Moderar el consumo de café.
– Asegurar el consumo de calcio.
– Monitorear la presión con frecuencia.
Como se denota en alguno de los puntos anteriores, el factor más importante para controlar la hipertensión es la alimentación. Por eso, es muy importante mantener una dieta saludable.
Al tener que bombear con más esfuerzo para mantener la circulación en todo el organismo, el corazón puede sufrir grandes consecuencias, como infartos o angina de pecho que es una obstrucción parcial de las arterias del corazón.
Asimismo, produce fuertes dolores de cabeza, fatiga, náuseas, vómitos, visión borrosa que se generan por lesiones y hemorragias en el cerebro, en los ojos, en el corazón y en los riñones ya que los vasos sanguíneos no pueden soportar tal presión.
Pero, ¿cómo nos damos cuenta si tenemos HTA? A esta enfermedad se la denomina “el asesino silencioso”, ya que no muestra síntomas y los pacientes sólo se dan cuenta cuando llegan a una complicación grave o si se realizan un análisis general.
Entonces, es importante que revisemos nuestra dieta y nuestros hábitos y realicemos un estudio para conocer cómo están nuestros valores generales y cómo nos encontramos con la hipertensión. De esta manera, podremos realizar los cambios en nuestro estilo de vida que sean necesarios para mantenernos lo más saludables posible.