Biólogos internacionales revisaron el tema de la automedicación en animales y destacaron que especies como monos, mariposas y abejas utilizan diferentes ingredientes de la naturaleza para curarse de las infecciones y parásitos. Estudiando el comportamiento de los animales se pueden descubrir una serie de productos farmacéuticos que ofrece la naturaleza como cura, y sustituirlos puede ser un riesgo para estas especies, destaca la investigación del biólogo Jacobus C. Roode de la Universidad de Emory y Thierry Lefevre del Instituto de investigación para el Desarrollo en Francia, especialista en enfermedades infecciosas, publicada en la revista Ciencia.
Los chimpancés de Tanzania generalmente alejan a sus hijos de ciertas plantas que son terriblemente amargas, sin embargo en cierta ocasión, cuando un animal estaba en mal estado, se observó a una madre ir directamente a estos arbustos. Luego de eliminar las hojas, ella masticó las ramas y le indicó a su hijo tomar un pedazo. Al masticarlo la cría inmediatamente escupió, pero ésta madre chimpancé insistió.
De alguna manera, para los biólogos ello demuestra que estos animales conocen cuándo deben masticar esta planta, y es solo cuando están enfermos, señala un reporte de Spiegel citando al Dr. Michael Huffman. Esto no solo se da solo a nivel de los chimpancés sino también en otras especies salvajes y domésticos.
En otro ambiente, las larvas de lamosca de la fruta, la Drosofila Meganolaster ponen a sus crías en lugares donde está la parte más fermentada, en los restos de comida que contienen un alto contenido de alcohol. Esto ya lo habían observado otros biólogos de la Universidad de Emory con anterioridad. El alcohol es el componente que mantiene la supervivencia de esta especie.
Las mariposas monarcas son otro caso importante de automedicación, señala el estudio. Ellas utilizan diferentes plantas para poner los huevos, las cuales se caracterizan por tener un alto nivel de esteroides. Estos esteroides son los que inhiben los crecimientos de los parásitos.
En tanto las hormigas y las abejas coleccionan la resina que ponen en sus nidos para prevenir ataques de otros organismos, y si observan la presencia de hongos parasitarios, ellas aumentan la cantidad de esta resina que tiene fármacos naturales que actúan en su defensa.
Los investigadores, incluido el especialista en ecología evolutiva Mark Hunter, de la Universidad de Michigan, señalan la importancia de mantener esta automedicación natural de los animales.
“El uso de medicina (en animales) podría ser la responsable de la pérdida de estos mecanismos de diferentes sistema de defensa”, señala el estudio publicado en la revista Science.
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