Hay migas en mi teclado, lo sé porque lo estoy mirando fijo, buscando la inspiración para esta editorial de junio; soplar no es suficiente, necesita de una acción contundente. Soplar es como pasar el trapito sin lavandina, mueve la mugre de un lado a otro… Hay días en los que uno se da cuenta de que está haciendo fuerza reflexiono mientras tanto busco trapo y es que cuesta llegar a este junio, dudando de si queremos el frío pero a la vez esperándolo. Esperando también candidatos nobles, esperando que la iluminación nos alcance como humanos, esperando a que escampe… casi como en un loop de recuerdos de todas las épocas de nuestra historia. Fue así que encontré el texto de charlas metafísicas, que compartimos este mes aquí junto, que originalmente se llama “hay que apechugar”, pero yo lo cambié… es que me hizo gracia la referencia tan añeja, pero la verdad es que de apechugar se trata. Porque del acto contrario, el de rendirse y bajar los brazos, nada, nada bueno sale. Si queremos prosperar debemos seguir moviéndonos, porque es nuestra naturaleza desde el minuto 0,1 de nuestra existencia. De avanzar se trata, buscar la salida buscar nuestra meta e iluminación, aunque se nos vaya la vida en esto, al futuro se llega avanzando. Por algo somos mitad nadadores, mitad sol. “Hay que apechugar” dijo Marta y me dio risa, pero me levantó la mirada. Si todo es ilusión, si todo es cuento o no, no se escribirá de nosotros si nos quedamos quietos. No se requiere de epopeyas pero seamos héroes del día a día, con empatía, obrando para el bien común, detectando el pescado podrido que por todos lados nos quieren encajar. Hagámosle caso a nuestro olfato, agucemos los sentidos porque el instinto no falla. Mayo, junio y julio son los meses de conmemoración de nuestras grandes fechas patrias, con ese espíritu mantengámonos este invierno, atentos, valientes y centrados, ya que “por sus obras los reconoceréis” –dijo un gran maestro. Hay mucho por hacer, comenzando por mi teclado. Que disfrutes de la edición de junio, con su fresco, que limpia el aire.