Encontrar la calma

Así está el mundo, en ebullición; asolado por calores, desigualdad, fuegos, rindiendo tributo al Dios de la Guerra.
¿Pero, qué podemos hacer, cuando a nuestro alrededor todo “arde”?.
Miles de experiencias que transcurren simultáneamente, todo junto, todo a la vez. A la vez miles de personas mueren
víctimas de las inclemencias del tiempo, pasan hambre o soportan pequeños Apocalipsis; mientras que en otros lugares la
gente va al cine, festeja, vive feliz. Muchos mundos, uno al lado del otro, uno dentro del otro…
Enseñan los grandes maestros que si una sola persona en un país se concentra en pensamientos de paz, la paz se irradia a su alrededor y se produce un efecto como de contagio, multiplicándose. Pienso que en momentos como el actual nos sirve recordar esa ley que dice que “lo afín atrae lo afín”… y que en consecuencia, tendríamos que intentar convertirnos en un remanso de paz; para atraer la paz. Refugiarnos en nuestro interior y encontrar ahí la quietud que falta afuera. Recién después actuar. Esforzarnos para conducirnos con equilibrio ante tanto sacudón… participar de la vida diaria, pero prometiéndonos contribuir con una actitud y un mensaje coherentes que nos sirva para encontrar la calma, primero en nosotros mismos, y luego en nuestro entorno; para que esa calma se manifieste en todas partes. Sería una manera de apagar tanto fuego. Así no solamente nos sentiríamos bien, sino que veríamos que estamos aportando a que la paz, el orden, y la abundancia consecuente, comiencen a aparecer en las vidas.

M.S.F

Artículo anteriorObjetivo: SILUETA
Artículo siguienteMeditar
para reencontrarse

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!