Ayuno fisiológico

Se acerca el verano y los días de playa, montaña, pileta… o de paseos por la ciudad!!… pero en todos esos casos utilizamos ropas más livianas que no esconden algunas indiscreciones de nuestro cuerpo. Y buscamos alguna forma de corregirlas…A esta altura del año pensamos que, con un poco de esfuerzo, podríamos mejorar. La duda es: se podrá??

La obesidad, relacionada con el depósito de grasas en el organismo es un problema que se está estudiando desde hace más de medio siglo…pero sin poder resolverlo. Nos preocupa la parte estética, pero no debemos olvidarnos de la salud. El exceso de grasas, sobre todo a nivel abdominal, se relaciona con enfermedades crónicas que producen daños en nuestro cuerpo, como diabetes de tipo 2, dislipidemias, enfermedades cardiovasculares, ateroesclerosis, apnea del sueño, artrosis de cadera y rodilla por aumento de peso, incluso algunos tipos de cáncer.

La obesidad ha sobrepasado lo estético para transformarse en una epidemia en todo el mundo, y esta circunstancia ha hecho que la medicina se ocupara de ella y comenzara a estudiarla.

Entre las soluciones propuestas figura el ayuno, pero a no asustarse: no es el ayuno de otros tiempos, si no aquel que se hace en forma natural con períodos diurnos, en los que necesitamos alimentarnos para obtener la energía necesaria para el trabajo…y el ayuno nocturno, que es el momento en que disminuye la necesidad de energía, ya que solo funcionan los órganos indispensables para la vida. Esto no quiere decir que los otros no se usen sino que la necesidad de energía es muy baja.

El nutriente que provee la energía es la glucosa –todas las células necesitan glucosa cuando están activas- y la hormona que facilita la entrada de la glucosa a las células es la Insulina, producida por las células beta del páncreas. El diabético se caracteriza por tener un exceso de glucosa en sangre -hiperglucemia-: el páncreas tiene que aumentar la producción de Insulina para disminuir la glucosa de la sangre e incorporarla a la célula, donde se utiliza.

La insulina es la hormona de la obesidad

Cuando la cantidad de glucosa es excesiva, no puede penetrar en las células y se deposita en el hígado y en el tejido adiposo: OBESIDAD! 

La solución es poner al páncreas en reposo, evitando la entrada de hidratos de carbono cuando no se necesitan… y eso sucede por la noche.

Varios estudios apoyan la hipótesis de que reducir o eliminar los alimentos durante la noche, prolongando el intervalo de ayuno a 8-10 hs producen mejoras sostenidas de la salud. La implementación de un ayuno fisiológico, con períodos de restricción que extienden la duración del ayuno nocturno, pareciera ser la solución. Los estudios en humanos demuestran que comer una cena temprana evitando los alimentos que estimulan la secreción de Insulina, por 8-10 hs, que es la cantidad de horas que dormimos aproximadamente puede favorecer la utilización de las grasas depositadas en el tejido adiposo.

Y no solo eso, sino que disminuye la producción de insulina, poniendo al páncreas en reposo y dándole la posibilidad de recuperar las células beta, y por lo tanto de mejorar su diabetes. Un solo período de ayuno, preferentemente por la noche puede disminuir las concentraciones de biomarcadores metabólicos, insulina /glucosa, asociados a enfermedades crónicas y ayudarnos a recuperar la salud.

Otras indicaciones que pueden ayudar

Durante el ayuno NO se debe tener apetito: comer bien en las comidas! Masticar muy bien los alimentos para obtener los nutrientes necesarios.

Tomar un buen desayuno: con frutas, semillas de girasol, granola y avena remojada por la noche, a la que puede agregar 1 cchda. sopera de azúcar mascabo. Infusión: té verde o de hierbas, mate o mate cocido, café natural de filtro, cortado con leche entera. 

Media mañana: banana con nueces y almendras (5 nueces, 5 almendras)

Almuerzo: tomar un vaso de agua ANTES de comer…

1/2 plato de cereales integrales o legumbres con 1/2 plato de verduras –crudas/cocidas y aceite. NO comer nada dulce después de las comidas, NO picar durante el día ya que produce liberación de Insulina.

Por la tarde: budines/galletitas integrales, avena, algarroba y una infusión o té verde.

Al llegar a casa: una “picada” para cortar el apetito: preparar bastones de zanahoria, zucchini, apio, flores de brócoli o coliflor, tomates cherry, hojas de hinojo, con hummus de garbanzos o pisar una palta madura con jugo de limón. 

Cena temprana: 20 hs: verduras cocidas al vapor con aceite, nuez moscada, orégano, pizca de pimienta negra, y un huevo duro picado, pasado por agua, revuelto, etc.

Además: El objetivo del ayuno es disminuir la Insulina y dejar descansar al páncreas: no es para bajar de peso sino para «quemar las grasas», que se usan cuando no hay glucosa en sangre. Puede hacerse durante un tiempo, hasta que se regularice la glucemia y desaparezca la grasa que «sobra»: permite recuperar la figura, pero no puede ser de un día para otro, los efectos se notan en 1 mes aproximadamente. Lo importante también es que no tenés hambre durante el día porque podés comer. También podés hacerlo durante 6 días seguidos, de lunes a viernes o sábados, o hacerlo día por medio, pero así tardás más.

A los médicos y nutricionistas nos interesa porque es la forma más natural de recuperar las células beta del páncreas: ninguna medicación lo consiguió!!     

Por Dra. Elba Albertinazzi 
Asoc. Arg. de Médicos Naturistas
info@aamenat.org.ar

Artículo anterior¿Obesidad en personas delgadas?
Artículo siguienteDermatitis atópica

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!