Nos anticipamos al verano. ¿Cómo alimentarnos en esta época del año en donde el clima y el ritmo cambian? Es un buen momento y una nueva oportunidad para ocuparnos de una alimentación saludable, unida a un mayor descanso y energía para nuestro cuerpo.
Pautas para una alimentación saludable:
Hidratación: Con el calor y aumento de temperatura, existe mayor riesgo de deshidratación; por lo tanto resulta indispensable incrementar la ingesta de líquidos a lo largo del día. La recomendación para hidratarnos es principalmente beber agua.
Bebidas calóricas: A la hora de controlar el peso, es fundamental dejar fuera del consumo habitual las bebidas que aportan calorías; y sustituirlas por agua, jugos naturales, infusiones.
Colaciones: El hambre entre comidas es algo habitual y la clave es saber qué comer en esos momentos, evitando el picoteo. La media mañana y media tarde son ideales para incluir frutas en nuestra dieta diaria.
Consumo de carnes: Es importante un consumo equilibrado de todos los tipos de carnes. Cuanto más variada sea la ingesta, más saludable será la alimentación. Se recomienda aumentar el consumo de pescado y disminuir el de carnes rojas.
Consumo de grasas: El consumo de grasas saludables es imprescindible en la dieta diaria, como el aceite de oliva, la palta, los frutos secos, aceitunas, etc. También se recomienda evitar las grasas saturadas y grasas trans, reduciendo al mínimo el consumo de fritos, snacks, manteca, crema, etc.
Cantidades: Para una alimentación saludable es preciso controlar las cantidades de los alimentos que consumimos. Cuando consumimos más de lo que necesitamos, tenemos como resultado una ingesta calórica positiva, es decir, más ingesta y menos gasto. Aprender a comer en cantidades adecuadas y evitar los excesos es indispensable para la dieta diaria.
Dieta Mediterránea: La dieta mediterránea es un buen ejemplo de alimentación, ya que resume las pautas recomendadas para tener una alimentación saludable.
Sus principales características son:
- Alimentos de origen vegetal, frutas y hortalizas, pan, pastas, arroz, cereales y legumbres.
- Alimentos de temporada en su estado natural, escogiendo siempre los más frescos.
- Aceites crudos, principalmente de oliva, usándolo preferiblemente como aderezo.
- Consumo diario de queso, leche y yogur; en la cantidad adecuada.
- Consumo de pescado, pollo y huevos. La carne roja en menor cantidad.
- Grasas saludables, como frutos secos y aceitunas; y azúcares naturales, como miel; con moderación.
- Uso de hierbas aromáticas como una alternativa saludable a la sal.
Lic. Pilar Samaniego, Nutricionista
Asesora de la Línea de Suplementos Garden House
www.gradenhouseargentina.com.ar