Aftas y su Tratamiento Homeopático

Este trabajo pretende mostrar cómo en varios extractos de historias clínicas con el mismo motivo de consulta, el paciente recibe un remedio diferente en cada caso.
1) Esta es la historia de Manuel, un hombre de 47 años de edad, contador de profesión, casado y con tres hijos. Se presenta como felizmente casado y exitoso en su profesión. Motivó su consulta el hecho de padecer aftas a repetición, desde su infancia, situación que se le fue presentando de manera frecuente, a partir de los quince años. Manuel se define como una persona alegre pero reservada, no habla mucho de sus temas emocionales, ni siquiera con sus amigos. Desde hace un tiempo quiere dormir mucho y refiere que no existe razón para esto. Comenzó a no tener interés por su trabajo y sobre todo, le preocupa el olvido de todo lo que lee. No presenta antecedentes quirúrgicos y solo enumera las enfermedades comunes de la infancia, que dice haber padecido. El paciente comenta una sensación interesante: percibe que todos los órganos del lado izquierdo están agrandados y manifiesta el deseo de estar solo. Presenta también vértigo antes del mediodía. Con todo este cuadro el paciente recibió Junglans Cinerea (nogal blanco americano) y su mejoría comenzó a partir del mes. Durante el tratamiento, Manuel no solo remitió los aftas que fueron motivo de consulta, sino todos los síntomas referidos en, aproximadamente, un año.
2) Malena de 25 años consulta por aftas a repetición, que padece desde pequeña, no recuerda exactamente desde cuándo. Cuando la paciente se refirió a ella, contaba que era triste, taciturna y un tanto melancólica. Como cuadro clínico, decía que también había padecido de hemorragias nasales. Hay un sueño repetitivo en su vida: “sueña con la muerte de la madre”. Esta historia tuvo una rápida y favorable evolución con un medicamento que conocemos como Muriaticum Acidum.
3) La siguiente es una historia muy extraña, ya que es una paciente que la atiendo desde muy pequeña y cuyo motivo de consulta ha sido aftas a repetición con mejorías siempre parciales. Clara se presentó como una niña suave, tranquila, muy receptiva y con mucha sensibilidad, le molestaban los ruidos, era asustadiza. Recibió muchos medicamentos y a medida que fue creciendo y, luego de muchos años de tratamiento, le di Natrum Lacticum. Este medicamento surgió por la cantidad de síntomas emocionales que se manifestaban en la vida de Clara. 4) Vamos a ver otro caso, el de Miriam, que consulta también por aftas crónicas. Presentaba un humor alternante, que pasaba de la seriedad a la risa, muy apurada, precipitada e impaciente. Tenía una adicción a las bebidas alcohólicas. Con todo esto, Miriam recibió Sulphuricum Acidum, en varias dosis durante el tiempo de tratamiento. Su mejoría comenzó a notarse al mes, pero el tema de la adicción a las bebidas alcohólicas tardó más de tres años de tratamiento para su recuperación. Estos son algunos casos bien diferentes que quise mostrar, donde el remedio siempre fue aquel que cubría el sufrimiento profundo del paciente. Hahnemann, que es el creador de la medicina homeopática, decía que hay una energía vital que es una fuerza que anima a cada cuerpo. Es una especie de chispa íntima que todos tenemos: animales, vegetales, humanos y que es aquella que sirve para mantener la vida. Es en una de sus experimentaciones con una sustancia conocida como China, cuando se le ocurre la genialidad de diluir la sustancia hasta llegar a dosis infinitesimales, cosa que hasta el momento nadie había hecho. Para su gran sorpresa, se da cuenta de que al ingerir a esas dosis, produce síntomas, que los va escrutando minuciosamente uno por uno, tanto los físicos como los mentales. A este registro lo comienza a realizar con otras sustancias y a esto denomina patogenesias.
Ahí descubre que la sustancia diluida es mucho más potente porque actúa sobre el dinamismo mórbido de la energía vital del paciente. La patogenesia es la experimentación de la sustancia en el hombre sano. Comienza con una noble tarea de realizar un estudio minucioso y enorme de ir reconociendo todos los síntomas físicos y psíquicos que aparecen durante este procedimiento y anotándolos en un sistema repertorial y sobre todo, aquellos cuyas cualidades los conviertan en raros, extraños y peculiares. Es en ese momento, en donde se da cuenta de que en cada una de las sustancias experimentadas hay una especie de espíritu que la guía; es así como comienza a experimentar casi 100 sustancias durante los primeros tiempos, con la técnica del doble ciego, con rigor científico y así va toman- do nota de cada síntoma dado por el experimentador y va generando una verdadera materia médica. Es ese espíritu de la sustancia el que debe identificar en la enfermedad de una persona para poder proporcionar el remedio que actúe y ayude a curar a ese paciente enfermo. Pasaron más de 200 años y la medicina homeopática sigue confirmando su efectividad, siendo una medicina total- mente un modelo de medicina muy efectiva y sin efectos colaterales.

Sergio Rozenholc
Médico homeópata
Director del periódico «El homeopático»
www.drsergiorozenholc.com.ar

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