- ACEITE DE OLIVA: favorece el vaciamiento de la vesícula biliar, por lo que previene la formación de cálculos biliares. Es rico en vitamina E y betacarotenos, potentes antioxidantes, y fitosteroles, sustancias que impiden que parte del colesterol que tomamos con los alimentos sea absorbido por el intestino.
El ácido oleico que contiene aumenta los niveles en sangre de HDL -colesterol bueno-. La vitamina E y el ácido oleico evitan la oxidación de las lipoproteínas, lo que previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres. Su aporte calórico es de 9 calorías
por gramo y para que conserve todas sus propiedades debe haberse obtenido por presión en frío, debe ser aceite de oliva virgen, sin refinado alguno.
- AJO: Es recomendable para personas que tengan parasitosis intestinal, cualquier infección, hipertensión; estimula las mucosas gastrointestinales, aumentando las secreciones digestivas y la bilis. Es diurético. Aumenta las secreciones bronquiales, por lo que es expectorante, desinfectante y descongestionante.
Es vasodilatador, lo que hace que la sangre fluya con mayor facilidad y disminuya la presión sanguínea. El aceite que contiene y que es responsable de su fuerte olor, aliina, que luego se convierte en alicina, le confiere propiedades fungicidas, bactericidas, antisépticas y depurativas.
Quisiera leer x internet los diarios..