Temporada alta de mieles

Si bien la miel es un producto que todos conocemos y hemos probado alguna vez o leído algo sobre ella, quisimos para esta nota responder algunas dudas que todos podemos tener sobre este endulzante natural.

Para empezar, la miel es el producto elaborado por las abejas a partir del néctar de las flores (miel de flor) o de las exudaciones de otras partes de las plantas (miel de mielada). Las abejas las recogen, las transforman y combinan con secreciones propias y las almacenan en los panales donde la miel alcanza la maduración.

¿Cuándo es mejor consumir miel? No importa el lugar en el que nos encontremos, puede ser en nuestros trabajos, en nuestras casas o en algún encuentro con nuestros seres queridos, siempre es un buen momento y una buena opción el consumo de miel. Suele pasar que la usamos únicamente cuando nos duele la garganta o tenemos tos. ¡Y la miel nos puede servir para mucho más que eso! Utilizándola como reemplazo del azúcar al preparar algún budín, torta o cupcake. Hasta la podemos usar en preparaciones agridulces e incluso salsas (por ejemplo, la clásica salsa de miel y mostaza para condimentar alguna carne).

¿Cuáles son sus beneficios? El elemento predominante en su composición son los azúcares. Estos son ideales como fuente de energía, siendo un excelente alimento para arrancar el día e incluso para favorecer el rendimiento en deportistas.

A diferencia de la azúcar refinada, la miel es un alimento de mayor calidad nutricional ya que contiene nutrientes importantes como por ejemplo enzimas, antioxidantes, vitaminas y minerales. 

Podemos destacar sus cualidades antigripales y bucofaríngeas (para tratar la tos y las alergias), su acción cicatrizante y antibiótica. A su vez, posee propiedades antibacterianas, antinflamatorias, antioxidantes y estimulantes del crecimiento celular, junto con su inocuidad como característica necesaria para seguir estudiando los beneficios de terapias a base de miel de abejas. 

¿Todos podemos consumir miel? La respuesta es no. Los niños menores de 1 año y las personas que padecen diabetes por ejemplo no deben consumir miel. En caso de los niños, esto se debe a que puede estar contaminado con una bacteria llamada Clostridium Botulinum y como su sistema inmunológico aún se está desarrollando, podría enfermarlos.  En el caso de los adultos con diabetes, como la miel aporta un alto porcentaje de azúcares de fácil absorción, no es recomendable a personas que deben controlar los niveles de azúcar en sangre.

¿Cuáles son los tipos de miel? Los diferentes tipos van a depender de las flores que usan las abejas para recolectar el néctar y, dada la gran diversidad de ambientes y de flores que existen en nuestro país, se pueden obtener una gran cantidad de mieles con diferente color, olor, sabor, aroma y consistencia distintiva y característica. 

Una de las primeras características que observamos en la miel, es el color: muchas son de color ámbar, pero también pueden ser claras como la miel de algarrobo, oscuras e incluso tener tonalidades rojizas como la de quebracho colorado, o un color amarillo intenso como la miel de girasol. 

Otra característica fácilmente observable es la cristalización: esta ocurre como proceso natural a partir de la formación de cristales sólidos de miel, lo cual a su vez indica la pureza de esta. También podemos encontrar mieles cremosas, que obtienen esta consistencia gracias al batido mecánico, diferenciándose de una miel líquida únicamente en que va a ser más fácil de untar, evitando que se derrame la miel. 

Sobre su sabor: podemos encontrar ciertas notas florales o frutales, de acuerdo con la zona de la que proviene y la especie floral a partir de la cual se produjo. Existen variedades monoflorales, es decir a partir de un tipo de flor en específico, o multiflorales. A su vez, hay mieles que también pueden tener unas notas ácidas, ser ligeramente saladas o amargas.

¿Y la receta? A continuación, les muestro una opción para incorporar miel en nuestra alimentación. En esta ocasión como endulzante de barritas de cereal:

Ingredientes: 

1/3 taza de maní o castañas de cajú sin sal, ½ taza de avena, ½ taza de quinoa pop, 2 cdas. de cacao amargo, 4 cdas. de pasta de maní, 2 cdas de miel, frutos secos a gusto. 

Forma de preparación 

1 – Procesar el maní y la avena. 2- Agregar la pasta de maní, la miel, quinua pop y el cacao amargo. 

3- Mezclar hasta que se forme una masa uniforme. 

4- Colocar la preparación en un molde, puede ser para barras de cereal o una budinera y presionar bien. 

5- Una vez listo llevar a la heladera.

¡Luego de los 30 minutos ya se pueden cortar y están listas para disfrutar!

Sebastián Scazzorlla

Equipo de New Garden

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