Té verde vs. Té negro: ¿qué sabés de ellos?

¿Por qué hoy en día se habla tanto del té verde? ¿Cuáles son sus efectos o beneficios en el organismo? ¿Cómo se prepara?

Esta planta milenaria proveniente de Oriente, tuvo que recorrer varios kilómetros para llegar a nuestras tazas. Originaria de China, se trasladó a otros países como Japón y con el tiempo llegó a tierras Occidentales. Europa lo tomó como propio siendo hoy en día una verdadera costumbre… la hora del té (five o’clock tea). Pronto el té conquistó el mundo y actualmente es luego del agua, la segunda bebida más consumida.
El té proviene de un arbusto cuyo nombre científico es Camellia Sinensis. Su sabor, intensidad y color depende de varios factores siendo el más popular el origen de las hojas. El popular té negro se obtiene de las hojas más distales de la planta: se las recoge, se las seca al sol, se las enrolla, se las vuelve a secar, se almacena y envasa. Este es un proceso extenso de fermentación y oxidación completa de las hojas, que en cierto punto elimina los antioxidantes y no es tan nutritivo como el verde. Nos da como resultado una infusión de tonos marrón rojizo, sabor astringente a amargo y de aroma intenso.
Ahora la pregunta es… ¿el té verde es el mismo que el negro? Por parte sí, porque es la misma planta, pero la diferencia es que el primero se obtiene de las primeras hojas, las más próximas y lo más importante es que carece del proceso de fermentación y oxidación. Al no sufrir dicho procedimiento tiene un alto poder antioxidante, polifenoles y flavonoides abundan en él, principalmente las famosas “catequinas”. Las mismas tienen infinidades de beneficios en el organismo: previenen el envejecimiento celular y cada vez hay más estudios que las relacionan con la reducción de hipercolesterolemia, hipertensión, capacidad de nivelar la glucemia, evitar caries y hasta como un gran aliado para prevenir la aparición de infecciones y enfermedades degenerativas.
El té verde presenta varias vitaminas y minerales siendo relevantes: Las Vitaminas A, E, C y B2 y minerales como calcio, cobre, cromo, hierro, fluor, magnesio, potasio, selenio, fosforo como también aminoácidos y aceites aromáticos. Por lo que no solo es agua, contiene un montón de nutrientes que ayudan no solo a depurar, detoxificar y nutrir el organismo sino a contribuir a un buen estado de ánimo. Contiene un componente llamado “teanina” que posee efectos relajantes y colabora a la disminución de ansiedad y el estrés.

¿Cuál es el secreto de cómo preparar un buen té verde sin alterar sus propiedades?
Aquí está la clave!! La temperatura del agua potable no debe superar los 80ºc ya que destruiríamos los antioxidantes. Y otro factor muy importante es la duración de la infusión, las hebras deben estar en contacto con el agua previamente caliente entre 30 segundos a 2 minutos, no más. Estas dos aclaraciones dan como resultado una infusión clara en tonos amarillentos verdosos con sabor levemente astringente y aroma suave. Si pasamos la temperatura o infusionamos por más tiempo las hebras, nos quedara una bebida fuerte, oscura y amarga: estos son los famosos mitos o declaraciones de la gente cuando no se prepara adecuadamente.
¡Aprovechando que estamos en verano y hace calor, podemos incorporar el té en otras preparaciones, en este caso les dejo una receta rápida y fácil para compartir!

Smoothie de Matcha
200cc de leche de almendras
1 banana chica
1 cdita. de café de matcha (té verde en polvo Japonés)
1 cda. de cranberrys
Hielo cantidad necesaria
Endulzante a elección: azúcar, miel, sucralosa, stevia
Simplemente licuamos todos los ingredientes en una licuadora o mixer, servimos en un vaso y lo disfrutamos bien frío!

 

Stefania Savoia
Equipo de Nutrisión /New Garden

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