Sociabilización: factor clave en la calidad de vida del adulto mayor

¿El concepto de adulto mayor (AM), presenta un uso relativamente reciente, ya que ha aparecido como alternativa a los clásicos “persona de la terce- ra edad” y vejez. En tanto, un adulto mayor es aquel individuo que se encuentra en la última etapa de la vida, la que sigue tras la adultez y que antecede al fallecimiento de la persona. Porque es precisamente durante esta fase que el cuerpo y las facultades cognitivas de las personas se van deteriorando. Generalmente se califica de adulto mayor a aquellas personas que superan los 70 años de edad.
Ahora bien, cabe destacarse, que sin lugar a dudas las mejoras que han sucedido en cuanto a calidad y esperanza de vida en muchos lugares del planeta han sumado para que la tasa de mortalidad de esta población bajase y acompañando a esto se prolongase la
cantidad de años, a 70, para clasificar a este grupo poblacional.
Por lo tanto, es frecuente que hoy día nos encontremos con muchísimas personas de esta edad (60, 70, 80, 90 y más) que presentan una vida sumamente activa en todo sentido: trabajan, practican deportes, viajan, estudian, entre otras actividades que normalmente desempeñan individuos más jóvenes.
Pero también vale mencionar que existe una contracara y para algunas personas esta etapa de la vida es ciertamente compleja y difícil de sobrellevar, especial- mente en aquellos casos en los que el cuerpo empieza a deteriorarse. Porque en esta situación el individuo no puede
trabajar, su actividad social disminuye y entonces se empiezan a experimentar estados súper negativos como ser los de exclusión, postergación, aislamiento, soledad, desesperación, y patologías como la depresión, ansiedad y otras. Algunos límites son biológicos y es
bueno que escuchemos a nuestro cuerpo, otros límites nos los imponemos nosotros mismos cuando creemos que “a nuestra edad” no vamos a andar empezando algo nuevo… abriendo nuevas etapas…haciendo cambios en nuestras vidas.
Yo pienso que la edad no viene sola: viene con aprendizajes, sabiduría, experiencia, enriquecimientos, conocimiento personal y evolución. Lo mejor que nos puede pasar es envejecer. Hoy sabemos que podemos vivir 80, 90 años o más. El desafío del siglo XX fue vivir más años, el del siglo XXI es vivirlos mejor.
Uno de los factores sociales como la Jubilación, llevan a algunos AM a reducir su interacción social y diversos círculos sociales que los van afectando de diferentes formas. Muchos autores han escrito sobre el tema, ya en 1921 Freud hacía mención de que el hombre es un ser fundamentalmente social, el hombre necesita ser deseado, y que la Psicología es ante todo Psicología social. Muchas veces el adulto mayor, necesita sentirse querido, deseado y necesitado por otros, para de esta manera seguir viviendo y que merezca la pena la vida misma, es
por ello que cuando una persona se jubila corre el riesgo, no en todos los casos de sentirse aislado, no necesitado.
Sin el contacto con otros seres humanos, las enfermedades se presentan, y no queda energía para resolver también otros problemas que se podrían ir manifestando, de aquí la importancia de los factores sociales en el AM.
Por lo tanto, lo que se persigue desde el ámbito de la salud, es brindar en el adulto mayor ciertos beneficios a través de la socialización, favorecer principalmente a una mejor calidad de vida en esta etapa de la vida de los seres humanos.
Debemos estar presentes, ayudando toda la sociedad en su conjunto como familiares, amigos, vecinos, e instituciones como tantos otros, creando desde la iniciativa, espacios comunes donde el adulto mayor pueda socializar, estimular la interacción social, convivir y generar
experiencias positivas en los mismos.
Cuáles son los beneficios que se comentan según el artículo “La importancia de la socialización en la tercera edad” (2017), breve reseña:
Aumento de la esperanza de vida: las personas AM que comparten socialmente de forma continua tienden a vivir más años que quienes tienen escaso contacto social.
Disminuir el sentimiento de soledad:
el interactuar con personas que atraviesan la adultez mayor, compartir experiencias y recibir consejos u otros puntos de vista, protegen al AM de la depresión y reduce las posibilidades de experimentar soledad. Tienen mayor expectativa de vida.
Mente activa: practicar actividades de estimulación cognitiva (ejemplos: juegos de mesa, escribir, opinar sobre distintos temas, hacer nuevos amigos, etc.). Trabajar la autoestima, empoderamiento y salud mental, lo que contribuye a una mente activa y sana.
Mejorar el bienestar físico y emocional: Socializar en esta etapa de la vida disminuye las probabilidades de padecer depresión y ansiedad, dolores articulares, hipertensión arterial, diabetes, y al mismo tiempo tiene efectos positivos en su salud física.
Mejor calidad de vida: mediante el intercambio social y de sus vivencias relacionadas a su etapa vital, las personas experimentan un mejor concepto del envejecimiento como proceso positivo, que repercute en su calidad de vida mejorándola.

S. de Beauvoir (filosofa francesa 1908 -1986) sostuvo que: “…lo deseable es conservar a una edad avanzada pasiones lo bastante fuertes como para que nos eviten volvernos sobre nosotrosmismos…” .

Textos de referencia: “Psicología de las masas y análisis del yo”, O.C., t.XI, Buenos Aires, Santiago de Rueda Ed. (2017): “La importancia de la socialización en la tercera edad”, Homewatch CareGivers, Chile.

Por Lic. Lidia B. Carnuccio M.N. 44204

Psicóloga, miembro del equipo interdisciplinario del Centro de Rehabilitación Rebiogral, área cognitiva.
www.rebiogral.com

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