Sabor picante, un aliado para la salud

20

Cada alimento o sustancia tiene un sabor específico, que se reconocen y perciben a través de las papilas gustativas, situadas en el dorso de la lengua.

Uno de los sabores que aporta muchos beneficios al organismo es el picante, un sabor intenso, ardiente, punzante y que se esparce muy rápido.

Está presente en diversas especias y podemos mencionar, entre otras, a la pimienta de cayena, distintas variedades de chiles, pimienta negra, pimienta blanca, mostaza, jengibre, ajo y wasabi.

Cuando se utilizan con moderación y en cantidades apropiadas ayudan a tener una mejor digestión, colaboran en la absorción de nutrientes, disminuyen la mucosidad, tienen efecto antimicrobiano y post digestión generan calor en el organismo.

La mayoría de las sustancias picantes son ricas en vitaminas A y C, que ayudan a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos.  Es por ello que ayudan a reducir las enfermedades cardiovasculares.

También colaboran en la protección celular previniendo el envejecimiento prematuro, porque combaten el efecto de los radicales libres, además de favorecer la liberación de endorfinas y serotonina generando un estado mental positivo.

Y para tener en cuenta, son un muy buen reemplazo de la sal.

No dejes entonces de incorporar en tus comidas las propiedades de las sustancias picantes, siempre con moderación.

A continuación, te dejamos un condimento que lo podés integrar en sopas o guisos. Obtenemos 30gr. de mezcla

  • Pimienta de cayena, 1 cdita.
  • Pimentón dulce, 1 cdita. 
  • Ajo en polvo o en escamas, 1 ccdita.
  • Orégano seco, 1 cdita. 
  • Comino molido, 1 cdita.
  • Perejil seco, 1 cdita.

Mezclar bien todos los ingredientes. 

Guardar en un frasco con tapa en un lugar seco y oscuro, durante 6 meses.

Antes de su utilización, mezclar bien. 

Proporciones para sopas y guisos, 1 cucharadita por litro, pudiendo ajustar las cantidades según nuestras necesidades y percepciones sensitivas.

Chef naturista Karina Mariani

Asesora nutricional IATENA

 @iatenainstituto / info@iatena.com

Artículo anteriorNuestro paciente de Lycopodium
Artículo siguienteArtemisa, la Diosa y la Planta

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí