Profesionales de la salud: Beneficios de una mente contemplativa

El estrés es inherente a la vida humana, no es algo malo, lo que hace la diferencia, es como lo gestionamos cuando estamos atravesando una situación crítica. El estrés constituye la respuesta total de nuestro organismo (mente y cuerpo) a cualquier tipo de situación estresante que experimentemos. La negación constituye una de las formas más comunes pero inadecuadas para enfrentar el estrés. Siempre que estemos estresados activamos en forma automática el impulso de lucha-huida, tan antiguo como nuestra civilización. Según Kabat Zinn, creador del programa de Reducción del estrés basado en la atención plena “La estimulación crónica del sistema nervioso simpático (su función es acelerar las cosas) puede llevarnos a largo plazo a un desarreglo psicológico que puede causar problemas en nuestro cuerpo físico”…

En el ámbito de salud también puede ocurrir que se genere fatiga por compasión, es una consecuencia del dolor por los otros, me pierdo en el dolor del otro, y esto produce desamparo y evitación. 

La propuesta justamente es estar abierto al dolor del otro pero sin ser abrumado por él, pudiéndome autorregular y de esta manera continuar escuchando con atención plena, para poder estar realmente disponible y que la otra persona pueda resonar con mi sistema nervioso.

Esta profesión es una de las vocaciones que más demanda personal requiere y si un médico se encuentra en total bienestar permite el desarrollo de un sistema médico saludable. Son ellos mismos además los que luego van a poder compartir estas actitudes mindful con sus pacientes y establecer resonancia. La práctica de atención plena se propone como una alternativa saludable y eficaz de entrenamiento de la mente y el cuerpo para enfrentar el estrés. Solo con un minuto de respiración consciente podemos aclarar la mente y permitirnos elegir de una manera consciente cómo actuar frente a un desafío. Cuando nos relajamos disminuye el metabolismo, la frecuencia cardíaca, el ácido láctico (asociado a la ansiedad), la presión arterial y aumentan las ondas cerebrales asociadas al descanso. Tiene que ver con pasar del sistema simpático (que es el competitivo, el de la alerta) al parasimpático.

En todo momento, a cada instante podemos decidir hacer las cosas de otra manera, para ello sembramos el hábito de la práctica diaria y comprometida (PARA DARNOS CUENTA DE COMO ESTAMOS momento a momento). 

Si estamos presentes, si somos conscientes de cada momento, también vamos a registrar como nos expresamos con nosotros mismos, que estamos pensando, sintiendo…como nos tratamos y justo en ese darnos cuenta aparece la maravillosa oportunidad de PARAR, respirar, centrarnos y regalarnos un gesto auténtico de amorosidad hacia nosotros mismos, de comenzar a responder y no reaccionar pase lo que pase… Recuerda siempre que una mente estresada no puede activar la Compasión. Somos humanidad compartida, aquí, ahora y así.    

Por Florencia Rapisardi*
Consultora en Bienestar & Comunicadora Consciente 
www.florrapisardi.wixsite.com/flowrapisardi

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