Prepara tu hogar para el año nuevo

VASTU SHASTRA: El Yoga de las casas

Aunque este año parezca que es eterno, se va acercando a su terminación. Y este final nos impacta de varias maneras, en lo físico, mental, emocional y también afecta a la energía de nuestra vivienda.  Nuestra casa es un reflejo de cómo estamos nosotros: si nuestra mente se encuentra inestable, ansiosa o preocupada, es probable que eso se manifieste en el espacio que nos rodea en forma de desorden, tareas pendientes o roturas sin reparar. Pero lo mismo sucede de manera inversa: un lugar descuidado o desatendido impacta en la energía de las personas que lo ocupan. La ciencia milenaria de Vastu Shastra, hermana del Yoga y la meditación, brinda herramientas y consejos prácticos para lograr la armonía en nuestros hogares. El primer paso tanto para cerrar el año que se va como para dar la bienvenida al 2023 es realizar una limpieza física profunda. Fin de año se caracteriza por ser época de balances y revisiones de lo vivido, es recomendable dedicar 1 o 2 días a analizar el estado de nuestro hogar: ¿Estamos felices con cada elemento que tenemos? ¿Hay cosas que sobran? ¿Tenemos objetos que ya “no vibran” con nosotros? ¿Qué te gustaría cambiar de tu casa? Este proceso puede resultar movilizador, generalmente nos acostumbramos a vivir con cosas que no queremos por el simple hecho de que no las vemos, las incorporamos a nuestra vista al estar en modo automático. Una vez detectado y resuelto qué hacer con esos objetos (regalar, donar, vender, desechar) el paso siguiente es ordenar lo que queda. La nueva disposición debe obedecer a criterios funcionales y también temporales (¿por cuánto tiempo mantendré esto en este lugar?). Al momento de limpiar, no saltear los espacios de difícil acceso como detrás de muebles, rieles de ventanas, rincones escondidos ni tampoco los espacios exteriores. Incluso realizar limpieza virtual, esto es mails innecesarios, archivos inservibles, contactos, etc. El segundo paso es realizar una limpieza energética: dentro de nuestras casas han transcurrido situaciones de toda índole, enfermedades, discusiones, tensiones, energía de otras personas, etc, y esa carga condiciona la armonía del lugar. Cuando tomamos conciencia de eso, comienza a suceder el cambio. Las vibraciones (sonidos) tienen un gran impacto en el equilibrio del espacio, y los mantras son cantos, generalmente en idioma sánscrito, que producen vibraciones que generan cambios positivos específicos. Se pueden aprender a cantar o también reproducir. Los más indicados para armonizar el hogar son Om Namah Shivaya y Navagraha Mantra, pero existen gran variedad, incluso algunos para cantar al amanecer, para agradecer por la comida, para antes de dormir, etc. Otra gran herramienta es la aromaterapia, ya que no sólo pacifica el ambiente, sino que también influye en las emociones de las personas. Esencias como sándalo, palo santo, canela, son indicadas para elevar la energía espiritual y brindar calma en el lugar. Los aromas impactan directamente sobre nuestra mente y emociones como ninguno de los otros sentidos. Nuestra nariz está dotada de millones de células receptoras que captan las diferentes fragancias (somos capaces de identificar más de 10 mil diferentes), enviando un estímulo específico al sistema límbico del cerebro, que es el que rige nuestra memoria, instintos básicos y comportamientos, entre otros.  Realizar prácticas espirituales es otra forma de limpiar el lugar energéticamente. En los espacios en los que se medita, reza, practica yoga u otra especialidad similar, el ambiente se vuelve más calmo, positivo y agradable. En lo posible destinar un espacio en casa para reforzar nuestro aspecto espiritual, puede ser una mesa con un altar, un rincón especial o una habitación si fuera posible. Allí podremos realizar ceremonias específicas, y ese lugar deberá estar siempre limpio y ordenado. Justamente el tercer paso es observar y mejorar nuestro propio estado mental y emocional. Durante el año, muchas veces sin proponérnoslo, vivimos a un ritmo vertiginoso y sometidos a infinidad de estímulos externos, y este momento es ideal para ir hacia adentro. Poder detenernos, escucharnos a nosotros mismos y dedicarnos tiempo de calidad.  La meditación es una gran aliada para esto, ya que al meditar es cuando la mente realmente descansa (ni siquiera al dormir nuestra mente se relaja, sigue funcionando). Al mismo tiempo, cuando meditamos se fortalece nuestro sistema inmunológico, disminuye la ansiedad y el estrés, mejora la función cerebral y la capacidad de introspección. Actualmente existen muchos tipos de meditación, se puede acceder a ellas de manera muy fácil y no se necesita experiencia. A medida que avanzamos, podremos ir sumando posturas de Yoga y técnicas de respiración para ir más profundo. El último paso, quizás el más importante, es nuestra actitud hacia el Nuevo Año y hacia la vida. Nuestra propia mente es muy poderosa, y hace crecer aquello en lo que se posa. Es decir que, si nuestra mente se enfoca en la carencia, en los problemas, eso es lo que crecerá. En cambio, si estamos agradecidos por nuestra vida, por lo que tenemos y lo que somos, más bendiciones nos llegarán a nuestra existencia.

Por Arq. Dardo Gutierrez

Arquitecto y consultor de Vastu
Egresado de American Institute of Vastu, California, EEUU.
www.vastu.com.ar /Vastu, el Yoga de las casas

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