La obsolescencia programada es el modo elegido por la industria en el siglo XX para lograr de modo intencional, que los productos dejen de funcionar en un tiempo programado, es decir, que la vida útil de un producto está fijada deliberadamente para que dure un tiempo preciso y determinado. Esto hace que la reposición del producto obsoleto genere nuevas y más ventas al fabricante, por ejemplo, cuando es menos rentable reparar un producto, que estrenar uno nuevo.
Cuando un producto comienza a dar fallos una vez que el periodo de garantía está agotado, ya no es posible repararlo. Como idea de ventas puede verse como “una buena idea”. Pero la Obsolescencia Programada u obsolescencia dinámica, o planificada, como quieran llamarla, es una idea de mierda. Perjudicial en todos los aspectos para todo el planeta y para todas las personas de bien y para todas las especies vivas incluyendo la que nos contiene a todos, la Tierra. El problema más visible y grave que provoca la Obsolescencia Programada es al medio ambiente. Cuanto menos dura la vida útil de un producto más unidades del mismo se desechan, además de la huella que deja su fabricación, como en el caso de los automóviles, los electrodomésticos y la electrónica, pero también los químicos, los envases, los combustibles fósiles, etc.
No puedo más que desear la Obsolescencia Instantánea de todo este tipo de industrias y mercenarios del comercio. Porque obviamente a nadie se le ocurrió en 100 años que era una muy mala idea, además de una estafa, un fraude legalizado, como todo lo que puede surgir de una sociedad con una ideología corrupta, basada en la especulación, la competencia despiadada sin límites, monopolios y corporaciones basados en una ilegalidad planificada y fraudulenta, llevada al paroxismo de lo ridículo por organismos internacionales, con una justicia internacional corrupta, con instituciones internacionales corruptas y con religiones internacionales corruptas que cambian el significado de Deuda por Ofensas e imparten una educación corrupta. O estás contra ellos o sos cómplice.
Es obvio que se dio rienda suelta a una estafa sin precedentes que condujo a los cementerios de autos y a los grandes basurales, más grandes que las grandes ciudades. La destrucción del clima y de los mares, la contaminación de la tierra y el aire, todo deviene de una misma fuente y raíz, la Obsolescencia Programada. La mayor parte de las enfermedades que crecieron exponencialmente en el último siglo tienen los mismos orígenes. La destrucción del planeta y la degradación de los valores humanos se gestó entre grupos de poderosos y corporativos industriales con nombre y apellido y no han sido juzgados, es hora de la Justicia. Deberán rendir cuentas en un tribunal conformado por gente de bien.
Todos conocemos los nombres de las muchísimas empresas con responsabilidad criminal ante el ecocidio y genocidio perpetrado masivamente, planificadamente, a lo largo de un siglo, a lo largo y ancho del planeta…siguen impunes y con ellas grandes magnates cuyos apellidos son de renombre mundial, siguen impunes. Nada limpiará la memoria de los millones de muertos y sacrificios en todo el globo, por la explotación de los recursos, la esclavitud de la mano de obra, las guerras por intereses comerciales, la contaminación y la manipulación a niveles de perversidad absoluta. Pero tenemos un recurso, dejar de consumir sin conciencia. ¡No compres! No compres si sabes que esa marca/empresa responde a intereses espurios. Consumir sin conciencia es decadencia. Y tenemos derecho a vivir.
Y para que nuestros sueños florezcan, debemos enterrar nuestras pesadillas. Como dice el poeta: “Lo que el árbol tiene de florido vive de lo que yace sepultado”
Ignacio Conde
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