Parches calientes en perros y gatos

Un hot spot o parche caliente es un área infectada e inflamada de la piel, que tu perro (generalmente se da más en perros) rasca, lame y muerde de manera obsesiva. Los hot spots (su nombre en inglés) pueden desarrollarse muy rápidamente, son dolorosos y sensibles al tacto. Aliviar los hot spots implica no sólo la curación de la herida, sino también encontrar la causa subyacente para prevenir su reaparición y aquí es donde la homeopatía ayuda mucho. 

Un hot spot, también conocido como parche caliente en tu perro (o menos probable, en tu gato) es un área dolorosa de la piel donde la carne está viva, por lo general tiene un color rojo intenso y con frecuencia, el pelo ha sido lamido, restregado o arrancado con los dientes. Normalmente, la zona en y alrededor del hot spot está irritada y huele mal. Todo esto provocará dolor al animal, no se dejará que toquen la zona afectada. El olor penetrante y el excesivo lamido es lo que evidencia la patología, nos damos cuenta por estos motivos. El término médico es dermatitis piotraumática o pioderma superficial. Pero hot spot (parche caliente) es un término que describe mucho mejor la piel inflamada e infectada. 

El tratamiento local no reviste mucho problema. Hay que depilar la zona, lavar bien con agua oxigenada o simplemente con agua a presión (si se puede con una manguera a presión mejor), luego se coloca algún desinfectante local. De elección Clorhexidina, pero si no se tiene se puede usar Iodopovidona diluida en agua o simplemente agua oxigenada. Como es una zona muy sensible, hay que evitar sustancias irritantes como vinagre, tea tree, planta de aloe pura, etc. Luego se coloca una crema con antibióticos y antiinflamatorios o una crema en base a Caléndula o Aloe como bálsamo, para calmar el dolor y bajar la inflamación. Con esto tenemos solucionado el problema local. Pero… el verdadero problema es la causa. ¿Por qué se provocó nuestro parche? La real causa. En los libros, se habla de un exceso de bacterias, de pulgas, de suciedad etc. todas ellas tal vez agravantes, pero que no son la verdadera causa. Esta se encuentra en las emociones, en la cabeza de nuestro animal. Se habla de stress, palabra bastante genérica. El stress o mejor dicho distrés es un síndrome de desadaptación. El animal no tolera lo que le está pasando. El problema lo supera y estalla por algún lado. Y este lado para este grupo de animales es el “Parche Caliente”. Y no fue casualidad que haya puesto “para este grupo de animales”, porque debemos acordarnos que uno no se enferma de lo que quiere sino de lo que puede y esto va también para nuestro perro o gato. 

Hay un grupo que tiene determinadas características físicas y mentales que son los predispuestos para hacer estos problemas. En general son animales de pelo largo, calurosos, temperamentales. Razas como los Labradores, Golden Retrievers, Airedale terriers, pero también en los “marca perro”. 

Para los homeópatas esto es fundamental, porque para tratar al animal evitando las recidivas hay que encontrar “su” remedio. El que es individual y tiene que ver con sus características. Hay que tener en cuenta también las circunstancias en que se dan estos parches. ¿Qué pasó para que se encienda semejante alarma? Una semana de calor sofocante, las vacaciones con viaje estresante, la partida de los dueños dejando al perro en una guardería o sólo en su casa al cuidado de vecinos o hijos adolescentes, la llegada de gente extraña a la casa: obreros, amigos, parientes, hijos. Una mudanza, una enfermedad o muerte, una tormenta fuerte. 

En fin hay un montón de causas probables, y a veces esto se repite año tras año. Hay animales que los tienen más en verano y otros en invierno y otros en cualquier momento, pero casi siempre hay una historia de apariciones de parches calientes. El problema es mucho más frecuente en perros, pero también se da en gatos, sobre todo en aquellos de pelo largo, finito que se anuda con facilidad, animales que además son bastante sensibles emocionalmente, pudiendo ser calurosos o friolentos, muchas veces temerosos. Como verán le damos mucha importancia al temperamento y sus características. Además de corregir la causa probable, darle una buena alimentación en lo posible natural y que tenga espacio y recreación suficiente para que sea feliz. Cuando encontremos su mejor remedio, este se dará diariamente durante uno o dos meses y luego veremos cómo disminuyen sensiblemente la aparición de estos molestos parches y nuestro perro o gato estará mucho más contento al igual que ustedes. Una vez más la homeopatía puede solucionar problemas que para la otra medicina le es imposible. Hasta la próxima. Salud y alegría. 

MV. Jorge S. Muñoz
Médico veterinario homeópata
www.homeovet.com.ar

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