No le damos CREDIBILIDAD al Cambio Climático

Las temperaturas globales han estado aumentando constantemente en los últimos 20 años, y en cada uno de los últimos tres años los promedios han superado el umbral de 1°C. Este año, 2018, va camino a ser uno de los más cálidos, la temperatura media de la superficie del planeta en los 10 primeros meses del año es superior en casi 1ºC.

Las temperaturas globales podrían pasar el límite superior internacionalmente acordado dentro de los próximos cinco años.  El umbral de 1.5°C se estableció en París como un objetivo ambicioso, porque los científicos temen que un mundo más cálido que ese sea susceptible a eventos climáticos cada vez más salvajes que a su vez precipitarían una mayor sequía, pérdida de hábitat, inseguridad alimentaria y migración masiva.

El trabajo conjunto de los países del Grupo de los 20 y su red es vital para combatir los desafíos futuros que presenta el panorama global. La importancia de aprender del ayer, pero tener la cabeza en mañana y conectar con el hoy. No es mirar al pasado para encontrar soluciones para mañana. Es mirar hacia el futuro, hacia las interdependencias, hacia los riesgos y las oportunidades incrementales. Es allí donde encontraremos las soluciones que sean realmente resilientes y sustentables. Al volverse los riesgos y los eventos más y más extremos, la única manera en que podemos mitigarlo y adaptarnos es si se trabaja en conjunto, en entender mejor los desafíos, no solo en el alto nivel y en lo académico, también en la comunidad: cuáles son los riesgos y cuáles, los caminos hacia adelante; qué puede hacer uno como individuo y qué puede hacer dentro de su comunidad; qué podemos hacer como ciudad o región o país o mundo.

Sin embargo, hay gente que considera que la posición común de los jefes de Estado frente a la discusión del clima es débil. A pesar de las irrefutables evidencias científicas, subestimándose las amenazas del calentamiento global, y siguen apostando a energías que potencian catástrofes naturales.

En nuestro país el Secretario de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, aseguró en el marco del G 20 que “Argentina firmó el Acuerdo de París para cumplirlo”. Además indicó, en relación al trabajo en materia ambiental: “El Acuerdo de París, respecto a esta agenda, es para nosotros mandatorio”, a lo que agregó que “no hay dudas de que Argentina sostiene esta agenda y esta conversación”.

El Secretario destacó la posibilidad que significa para los argentinos “tener esta ventana de oportunidad de visualización del liderazgo global con responsabilidad local”.

Sobre la labor específica del país en la cuestión climática ligada al G20, Bergman explicó que se generaron acciones “con los resultados del Grupo de Trabajo de Sustentabilidad Climática”, donde se han logrado acuerdos entre países y se espera que esta agenda “sea ratificada dentro de los consensos compartidos de los referentes de este ámbito de importancia”.

A pesar de las diferentes declaraciones, Donald Trump ha conseguido convertir

la primera potencia mundial en un país aislado frente a todos los demás. Eso se refleja en la declaración final de la reunión del Grupo de los 20 (G 20) en Buenos Aires: todos, salvo Trump, afirman que el acuerdo de París contra el cambio climático es «irreversible». El presidente de Estados Unidos aceptó firmar el texto, con la condición de que especificara que su país «reitera la decisión de retirarse del acuerdo de París»

El cambio climático está aquí y está sucediendo ahora. Solíamos hablar de que era una problemática para el futuro, pero es muy claro que es una realidad. Tiene grandes efectos en toda la Argentina, estamos viendo un mayor flujo de agua, un aumento de las lluvias fuera de las estaciones, problemas en el suelo y sequías extremas. El calentamiento global exacerba mucho los fenómenos climáticos que antes ocurrían más espaciados en el tiempo y hoy son más recurrentes y extremos.

Para prevenir las mayores catástrofes climáticas es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al 50 por ciento para el 2030 y llegar a cero en el año 2050. Para lograrlo, es necesario reducir el uso del carbón, el petróleo y el gas en forma urgente

Cambiar radicalmente la trayectoria requeriría una combinación de estrategias. Los humanos tendrían que gastar mucha menos energía. Los bosques tendrían que ser preservados y expandidos. Las energías renovables libres de emisiones tendrían que aumentar hasta cerca de las tres cuartas partes de la demanda mundial de electricidad para 2050, con la ayuda de una tecnología de captura de carbono nuclear y todavía incipiente que atrapa las emisiones de la quema de combustibles fósiles tradicionales. El carbón, que todavía produce más electricidad que cualquier otra fuente, tendría que eliminarse finalmente.

La mayoría de los científicos creen que el comportamiento humano está contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático. Conviene reiterar una vez más que somos la primera generación que comprende plenamente el cambio climático y la última generación que puede hacer algo al respecto.

Cristián Frers
Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista). cristianfrers@hotmail.com

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