Los cereales. El combustible que necesitamos

Los cereales integrales o carbohidratos son azúcares llamados polisacáridos, que se transforman en glucosa durante la digestión.

Son altamente nutritivos y disciplinan nuestro organismo. Constituyen un combustible de ingestión lenta, que libera energía en forma regular, dándonos resistencia física, claridad mental y estabilidad emocional.

Los cereales integrales no engordan; lo que engordan son las calorías de las grasas y los azúcares. Los azúcares de absorción rápida provocan oscilaciones tan importantes en los niveles de glucosa, que pueden producir momentos de euforia seguidos de otros de angustia y ansiedad.

Por el contrario, si la glucosa se obtiene de carbohidratos complejos, su aporte es un continuo gota a gota que estabiliza el ánimo y provoca una sensación de equilibrio interior: nos regula el azúcar en la sangre y nos proporciona energía sostenida.

Energía y azúcar

El índice glucémico es un marcador del nivel de energía que tiene el organismo. Para que ese nivel sea estable, es importante mantener equilibrado el nivel de azúcar en sangre (cuando éste desciende sentimos hambre, porque la función del azúcar es ser un “combustible” para que las células se alimenten).

El consumo de hidratos de carbono de asimilación rápida, como el pan blanco, galletas, pasteles o azúcar, provoca una subida repentina del nivel de azúcar que nos hace sentir bien. Pero estas llamaradas de energía se queman con extraordinaria rapidez, fatigan el páncreas y provocan que el índice glucémico caiga en picada apenas digerido el alimento; por lo que volvemos a sentir desfallecimiento y hambre. Es una rueda de desequilibrio.

Por el contrario, los hidratos de carbono de asimilación lenta liberan poco a poco sus azúcares, provocando sensación de saciedad y energía durante más tiempo y contribuyendo a evitar la aparición de la diabetes del adulto.

Los alimentos ricos en hidratos de carbono de asimilación lenta, que deberían estar presentes a diario en la dieta, son: cereales integrales y sus derivados, pastas, legumbres secas (soja, lentejas, garbanzos), hortalizas (calabaza, zanahoria), verduras y algunas frutas como la manzana.

¿Por qué algunas personas consumen la cantidad necesaria de proteínas, vitaminas y minerales, y sin embargo se sienten con muy poca o ninguna energía? Sucede que no ingieren combustible de buena calidad, no balancean bien los alimentos. En cambio, con la transformación que operan los cereales integrales se consigue:

Satisfacción – Sensación de plenitud- Regularización de los intestinos – Energía permanente.

Perla Palacci de Jacobowitz 

“Macrobiótica para todos”

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