¿Dónde instalar?
En mi nota anterior, Usted encontrará esas dos afirmaciones:
-La tan esperada normalidad llegará allá por el año 2024 (leyó bien: 2024).
-Habrá más actividades al aire libre (gimnasia, cumpleaños, cultos, fitness).
Solamente esas dos tendencias ya están produciendo cambios profundos e intensos en el mercado. Decimos que nada será como antes.
Una de las consecuencias es que mucha gente está pensando en instalar una dietética. Eso ocurre por la influencia del imaginario de que se trata de un buen negocio.
Durante los últimos dos meses, más de 150 lectores encargaron mi libro. Una parte de ellos, planea formatear una dietética virtual.
Pero, otra parte, la mayoría, piensa alquilar UN LOCAL. Es decir, hacer inversión en una estructura. Crear UN LUGAR.
¿Cuál es el mejor lugar?
Hace mucho que yo escribo notas sobre dietéticas. El temario incluye la buena elección del lugar. No siempre es fácil. Ahora, hoy, en la presente nota, no voy a hablar de lugar físico. Voy a hablar de lugar emocional.
Es decir, desde qué lugar emocional quiero dedicarme a una dietética.
Desde la ilusión
Para los budistas, el gran peligro es tomar decisiones desde la ilusión. ¿Por qué? Muy simple: la ilusión es lo opuesto a la iluminación.
Un iluminado no es un santo. Un iluminado es aquél que la tiene clara. Un iluminado es aquél que pondera causa-efecto. Meditar sobre causa-efecto puede generar sabiduría, que es el propósito. De manera que el camino prudente será instalar el negocio desde la sabiduría.
Actualmente, existe una gran consigna que nos atraviesa y que proclama a los ocho vientos: “Ahora la gente se cuida más”.
La gente se cuida más, pero eso no significa que la gente compra más.
Otra ilusión es pensar que la adopción de una comida (así llamada) sana está relacionada con un mejor poder adquisitivo.
Por un lado, es cierto que existe más conciencia sobre el planeta, sobre la alimentación, sobre las tendencias de mesa saludable.
Por otro lado, también es cierto que la pandemia destruyó millones de fuentes de trabajo y que el poder adquisitivo desmejoró.
Redondeando: decidir desde la ilusión puede llevar a una mala experiencia. Y decidir desde la sabiduría, requiere creatividad, paciencia.
Ustedes preguntarán si yo, Helio, ya he decidido desde mis ilusiones.
Algunos de mis lectores me escriben diciendo: “Usted es un sabio”.
Agradecido, me reporto a las palabras escritas por nuestra Directora Editorial, Cecilia Andrada, en la oportunidad que se refirió al lanzamiento de mi libro.
Dijo: “Helio escribe sobre lo que sabe, lo que hizo y lo que hace; transmitiendo generosamente sus vivencias y experiencias, tanto las positivas como así las negativas”.
Y aquí viene el remate: muchas veces me he equivocado. Me he ilusionado.
Desde la carencia
Mucha gente perdió el trabajo. Basta caminar por las calles y ver la cantidad de comercios que han bajado la persiana. Cada cierre de emprendimiento, cada final infeliz, es un poder adquisitivo que se retrae. Es un puesto de trabajo que desaparece y que puede ser para siempre. Acordémonos: nada será igual luego de la pandemia.
Las empresas tuvieron que despedir empleados. Eso que ahora se llama teletrabajo es parte de la hecatombe. ¿Dónde quiero llegar? Es que, frente a la pérdida del trabajo, también surge la idea de “hacer algo”. Yo mismo, he escrito que el argentino es emprendedor, está siempre dispuesto a volver a empezar. Hay un tango de Edmundo Rivero que dice:
Y estoy fulero y cachuso por los golpes, ¿qué querés?
Cuantas veces con un cuatro a un envido dije ¡quiero!
Considero que es loable es espíritu de “no darse por vencido”.
Es admirable la actitud optimista. Pero, hay que evaluar el entorno. Causa-efecto.
La actividad comercial no es una mesa de juego. Es una fuente de trabajo, de realización. Por lo cual, hay que encontrar el punto de serenidad (en uno), para que la decisión sea el puente que nos lleve a camino de triunfo.
Desde la incertidumbre
Ya nos dijo el filósofo Heráclito: “Lo único que es constante, es el constante cambio”. Actualmente, en el mundo, lo único cierto es lo incierto.
Y, lo que puede surgir como amenazador, es que no vemos grandes planes para la recuperación de las pequeñas empresas. Esta no es (de mi parte) una posición política, es una constatación a nivel mundial. Los gobernantes fueron sorprendidos y, básicamente, no saben qué hacer.
La expresión gauchesca sería: desensillar hasta que amanezca. Suena poético pero la poesía no siempre es oportuna en momentos como este.
Pese a que, en algunas oportunidades, la mejor manera de hacer es no hacer.
La gente está tentando re-inventarse. Le invito a que camine por los barrios. Podrá constatar la inventiva de resistencia de la gente. Muchos, abren una puertita y comienzan a vender alimentos para mascota, plantines, ropa, productos de limpieza, verduras. Están haciendo algo sin hacer mucho, sin grandes gastos de alquiler y de estructura. Esperando que aclare.
Por lo pronto, vamos quedando por aquí y le dejo la pelota picando. En la próxima nota, vamos a hablar de otro tango:
Yo anduve siempre en amores…
¡Qué me van a hablar de amor!..
Helio Perotto
CONVIVIR
*Helio Perotto es brasileño y ciudadano italiano. Psicólogo, educador, con posgrado en comunicación comercial y teleeducación. Desde el año 2001 escribe regularmente y exclusivamente para los lectores de CONVIVIR. El público merece buena prensa. Es empresario PYME, dueño de las marcas Samurai, Gurfi. Y, como noticia, está lanzando un libro cuyo tema es: Marketing para productos naturales.
Para contactarse: helioperotto@gmail.com
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