¿Qué nombre le pongo?
En la nota anterior, concluimos que el nombre comercial (o marca) debe cumplir con los siguientes requisitos:
FÁCIL DE RECORDAR – DIFERENTE – ORIGINAL
¿Y por casa cómo andamos?
En nuestro mercado, abundan nombres que están lejos, lejos, de los requisitos mínimos de diferenciación. Veo varias dietéticas que se llaman: “Mundo Natural”, “Rincón Natural”, “Dietética Integral”, “Los Girasoles”, “Mundo Original”, “Almacén Natural”, “Verde Natural”, “Vida Sana”, “La Semilla natural”, “Volver a los orígenes”, “Tienda natural”.
Es evidente que nada sobresale. Como diría un teórico del marketing: es todo llanura, no hay montañas para romper el relieve. Yo digo que es más de lo mismo. Para agravar, surgen nuevas dietéticas que, sin saber, usan nombres que ya existen. Y como si eso fuera poco, en los últimos años, desembarcaron los nombres mapuches: Epuyén, Maitén, Kiyén, Nehuén. Ya son tantos nombres mapuches que también termina en más de lo mismo.
Un proceso laborioso
Estamos de acuerdo que la originalidad y la diferenciación constituyen procesos difíciles. Según expertos, es un 10% de inspiración y luego un 90% de transpiración, de investigar, de hacer chequeos. Y no siempre resulta positivo. Ahora bien, si es un proceso difícil, no se puede tomar con facilismo.
Diariamente, somos destinatarios de un gran bombardeo de mensajes. En el mundo de hoy, estamos sobre comunicados y nuestro cerebro está sobre demandado. Nuestras neuronas ya no están proclives a recibir y clasificar un vendaval de mensajes y menos todavía para almacenar esos estímulos. Pero, convengamos: el nombre de la nueva dietética va a ser nuestro caballito de batalla. Vale la pena una dedicación prioritaria. Si necesitan, consulten. Durante el mes de agosto, una señora de La Plata, me mandó varias opciones para que yo opinara.
Nombre y slogan
Hace unos días, caminando por Villa Adelina, descubrí
nueva dietética cuya marquesina dice así:
ANTU
Almacén natural
Viene al caso trabajar sobre esa posibilidad. La palabra de arriba, ANTU, constituye el nombre, o título. Y lo que sigue, es el subtítulo, que en comunicación publicitaria puede llamarse slogan o “bajada”.
Entonces, volviendo al punto inicial, diríamos que las expresiones como: “Rincón Natural, “Mundo Natural”, “Dietética Integral”, “Almacén Natural”, “Vida Sana”, “Volver a los orígenes”, “Tienda Natural” son expresione muy útiles como un subtítulo. Espero haber aportado. Como dije yo (en el libro que escribí durante la pandemia y que publiqué recientemente), el público de una dietética viene desde cuatro o cinco cuadras a la redonda. Nadie sale de Avellaneda para comprar en una dietética en Villa Crespo. Ya sé, conocerán gente que vive en San Isidro y compra en el microcentro. Es porque sale del trabajo y se abastece antes de emprender el regreso. No deja de ser proximidad respecto a su lugar de trabajo. Por lo tanto, es muy práctico (para el cliente), conocer la ubicación de la dietética y el “cómo llegar”.
El nombre a partir de la ubicación
Para contemplar la recomendación anterior, existe otra técnica que es la de nombrar la dietética con la dirección, es decir, ponerle el nombre de la ubicación geográfica. Por ejemplo: Rojas 12.
Tal técnica resulta muy práctica y orientativa. Sabemos que la Dietética Rojas 12 está en la calle Rojas N° 12. Inconfundible. El dueño, Mattos Fernandes, hombre de negocios, no perdió tiempo, fue directamente al asunto. Y eso ocurrió mucho antes de que se inventara el GPS. Existen otros casos memorables: Dietética Viamonte, Dietética Las Heras 1040, Dietética Peatonal San Lorenzo 371, Dietética Peatonal Junin. (Obs.: algunos de esos ejemplos, son del interior).
Flor de nombre
Memorable y digno de homenaje. En 1979, Angelita (Angela Bianculli de Rodríguez), irrumpió en la esquina de Montevideo y Córdoba – Buenos Aires. Pintó la fachada con flores de matices psicodélicos (palabra de la época) y marcó nueva tendencia en la alimentación sana de los argentinos. Fue pionera de la gran ola natural. Angelita no perdió tiempo en buscar y buscar. Fue al grano y el local se denominó “La Esquina de las Flores”. Es un corte histórico.
¿Y la próxima nota?
Que el próximo año nos encuentre unidos y vacunados. Todos esperamos el día después de la pandemia. Yo los espero en la próxima nota, inaugurando un nuevo tema: el propósito principal en la vida. Y que se venga el 2021, cuyo lema budista es: El año de la esperanza.
Helio Perotto
es brasileño y ciudadano italiano. Psicólogo, educador, con posgrado en comunicación comercial y teleeducación. Desde el año 2001 escribe regularmente y exclusivamente para los lectores de CONVIVIR. El público merece buena prensa. Es empresario PYME, dueño de las marcas Samurai, Gurfi. Y, como noticia, está lanzando un libro cuyo tema es: Marketing para productos naturales. Para contactarse: helioperotto@gmail.com | 116274-6315 | @samurai_proteico