El famoso año 2020 llega a su fin. Lo recordaremos por siempre. Un año difícil, complicado, molesto que nos puso a prueba. De un día para otro todo se cerró y nos quedamos dentro de nuestras casas. ¿Y ahora? Cada uno, desde su lugar tuvimos que inventar algo. ¿Cómo hacemos desde casa para seguir trabajando, para seguir produciendo? Pongo el ejemplo de los maestros porque lo tengo cerca. Había que seguir dando clases con lo que se tenía a mano. La computadora, el celu, apareció el famoso Zoom. Y se hicieron expertos en comunicaciones, en dar clases virtuales y los estudiantes y sus padres también. La imaginación al poder.
Ni que hablar de nuestro personal de salud. Todo nuevo. Adaptarse a esta enfermedad desconocida, el mundo tuvo que aprender sobre la marcha. A mí me tocó la parte de veterinaria. Adecuar el consultorio, dar turnos, barbijo. La computadora y el celu son las grandes estrellas. Las redes sociales. La comunicación. Tuve que atender presencialmente, decidí hacerlo dos días por semana, porque el riesgo de contagio era muy grande. Por eso el celu funcionó todo el día. Mis pacientes, y muchos otros de todos lados. Tuve que armar un consultorio virtual. Utilizo un cuestionario para hacer los estudios homeopáticos. Hace años que atiendo pacientes a distancia y estaba preparado para eso. Recuerdo a María de Córdoba con una gata con una insuficiencia renal grave que no reaccionaba al tratamiento convencional. ¿Cómo es, cómo está, cómo vive su enfermedad, qué síntomas tiene? Estaba decaída, inapetente, se escondía, quería sufrir su enfermedad sola, no quería que la toquen. El tratamiento de acuerdo a esos síntomas especiales. Luego hay que preparar los remedios y enviarlos por correo.
El seguimiento diario por WhatSapp. De a poco comenzó a mejorar, a comer, a salir de su depresión, volvió a pedir caricias, a ser la gatita de siempre. Con ayuda de su veterinario que le pasa el suero, vitaminas y hace los controles. Tenemos a Claudia de Mendoza con una perra que tenía una dermatitis crónica con mucho pru- rito, cansada de darle corticoides. El cuestionario me indica que es gruñona, muy calurosa, que toma mucha agua, siempre parece que estuviera sucia, y fue Sulphur, su remedio. Un remedio que se adaptó a sus características. A cada cual el suyo. Josefina de Corrientes me escribió desesperada porque su perro quedó paralitico luego de pasar un Moquillo. El perrito se arrastraba porque no tenía fuerzas para pararse. Hay varios remedios para las parálisis, para las que van apareciendo en forma lenta, para las agudas, para aquellas que producen mucha atrofia muscular o por el contrario las que inducen calambres. Encontré un remedio llamado Causticum que cubría casi todos sus síntomas y junto con un “nosode” de moquillo (remedio homeopático elaborado con el virus) y complementando una dieta especial y vitaminas, poco a poco comenzó a pararse primero y luego a caminar.
Ya he mencionado en otros artículos a los nosodes como armas importantes del arsenal homeopático. Desde Salta me escribe Julia cuya perra castrada el año pasado (dato importante) comenzó a orinarse mientras dormía. Es una “Incontinencia urinaria de origen hormonal”. En algunas perras sensibles, la castración, quita la fábrica de estrógenos. Y esto debilita al esfínter de la vejiga que pierde fuerza. Le falla el “cuerito”. Los remedios convencionales a esta perra le producían mucha excitación y tuvo que dejarlos. Nuevamente el recoger todos “sus” síntomas para encontrar el mejor remedio. En este caso acompañado de una fórmula para estimular a las adrenales. Ya a la primera semana no perdió más pis, para alegría de todos. En Neuquén un gato con un tumor hepático que le indicaron eutanasia. Recordando a Almafuerte “No te des por vencido ni aún vencido…” fueron horas y horas de búsqueda y estudio para encontrar el mejor tratamiento. Fueron varios los remedios que les indiqué. Se le fue el color amarillo de las mucosas, volvió a tener ganas de comer. La paciencia y dedicación de su dueña, que le daba alimentos con cucharita, pero un día el negrito comenzó a comer solo. Fue un día de fiesta para nosotros. Como hablamos diariamente, sufrimos conjuntamente y nos alegramos juntos.
Tengo muchos amigos y amigas de todos lados, a los que nunca vi personalmente. No solo de Argentina. Que linda es mi profesión. El estar en casa y el uso de internet me puso en contacto con el mundo. Congresos virtuales. Me puse a estudiar como loco. Me picó el bichito del aceite de cannabis.
Con todo esto quiero significar que la pandemia, el encierro obligado me permitió la posibilidad de hacer cosas nuevas, de comunicarme con gente de lejos, poder ayudar a muchos que jamás vi personalmente. Estamos tristes por seres queridos que se fueron, por personas importantes que fallecieron aquí y en el mundo, por amigos, parientes o simples personas que no resistieron la enfermedad. El drama económico de muchos, las angustias… Pero también nos dio un sacudón muy fuerte que obligó a buscar dentro nuestro lo mejor para superar los obstáculos. Que la crisis se transforme en oportunidades. En mi caso estoy satisfecho de todo lo que logré y viendo a mi alrededor, observo que a muchos le pasó lo mismo.
Quiero saludar a los lectores y que el próximo año podamos seguir creciendo internamente, pero por favor que sea sin pandemia, sin coronavirus, sin miedo a la muerte.
SALUD Y ALEGRÍA
Durante la cuarentena estamos atendiendo los días Martes y Sábado por la mañana.
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MV. Jorge S. Muñoz
Médico veterinario homeópata
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