Gracias por el sol

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Llega junio y siento que pronto los días volverán a alargarse de a poco, de a un minuto Y es ese rayito de sol que día a día calentará más el me ayuda a superar inviernos y pálidas. Y pienso que, una vez más, lograré salir adelante. Adelante en qué, me dirás.
Adelante con la vida, digamos. Lo cual no es poco. Pienso que el solo hecho de poder llevar adelante la propia vida, ya es un logro. Con los mil y un obstáculos de todo tipo que tenemos que vencer cada día, cuando nos detenemos un momento y miramos hacia atrás viendo todo lo que superamos; sólo podemos congratularnos y felicitarnos por todo lo que resolvimos. Aunque no hayan sido grandes cosas. No importa la condición social ni el supuesto avance espiritual que se tenga; en época de pruebas como estas que estamos viviendo, a cada uno le toca la suya, la que más le conviene para su crecimiento
personal. Que uno no quisiera tener que pasarlas, que nos gustaría más vivir en un «lecho de rosas» es otra cosa. Parece ser que quienes cuidan de nuestra evolución (tal vez somos nosotros mismos) diagramaron las situaciones que se nos presentan a diario para que, al superarlas, salgamos fortalecidos. Tal vez sí, tal vez no; sólo nos vemos sumergidos en las vivencias y las tratamos de resolver como podemos.
Manuales de ayuda no hay. Solo nosotros mismos y nuestras personales circunstancias. Y lo que aprendimos para resolverlas.
Sea lo que fuera, nunca está de más, me parece, que adoptemos la actitud de «estar en el mundo como si no
fuéramos del mundo.»
O lo que es lo mismo, «estar con los pies en la tierra y los ojos puestos en el cielo.»
Me refiero a que, pase lo que nos pase, por más tremendo que esto sea, no tenemos que perder de vista los valores
primordiales. Siempre, en los momentos más aciagos, apartarnos unos minutos de esa situación y recuperar la visión de quiénes verdaderamente somos. O quienes nos dice nuestro ser interior que somos. Es la única manera de que no nos
engañemos, de que el árbol no nos impida ver el bosque.
De que comprendamos la real ubicación que tenemos en este drama que desempeñamos. Drama que se va a
resolver en conjunto, cuando la mayoría reflexionemos y comprendamos de dónde venimos, quiénes realmente somos, y hasta dónde podríamos llegar, si enfocamos.
Mientras tanto, hasta que eso suceda, permanecemos acá, venciendo pruebas, dando gracias porque las superamos, y mirando al cielo agradeciendo por el Sol.

M.S.F

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