Transitamos nuestra vida y ellos siempre están ahí, fieles, acompañándonos en todo momento y bajo cualquier circunstancia. Nuestros animalitos son compañeros de camino, de aventuras, los que sienten y celebran nuestras alegrías y los que también nos “abrazan” en nuestros momentos más dolorosos. Pero… que hacemos cuando ellos necesitan ayuda, cuando están nerviosos, angustiados, tristes, ansiosos, deprimidos, cuando no dejan de ladrar (en el caso de los perros), cuando se acicalan permanentemente (en el caso de los gatos), cuando sufren los dolores propios de la vejez, cuando se aterrorizan por la pirotécnica en las fiestas.
Sí, estamos con ellos, los mimamos, los llevamos al veterinario, pero sentimos que falta algo más y es ahí, donde las “Flores de Bach” (terapia vibracional) resultan ser las “estrellas de la escena”. Las Flores actúan como complemento para ayudar a nuestros fieles compañeros de vida. Aclaro que nunca hay que dejar el tratamiento con el veterinario, esto es fundamental. Las flores de Bach no poseen efectos secundarios y brindan excelentes resultados en seres humanos, animales (perros-gatos-pájaros-caballos) y plantas. En los animales se da una respuesta favorable más rápida al tratamiento, debido que no oponen resistencia. En el caso de las personas, resulta más difícil reprogramar creencias limitantes y entregarse al tratamiento con confianza y sin resistencias.
Diversas patologías y estados emocionales en desequilibrio son tratados con estas benditas flores creadas por el Dr. Edward Bach. Enfermedades de la vejez: artritis, artrosis, displasia de cadera, cáncer –como tratamiento paliativo-, pérdida del control de esfínteres, convulsiones, epilepsia, alergias, hiperactividad, para animales sumisos y miedosos, abandonados, con estados de shock y también en casos de situaciones de mudanza.
Cuando una mascota llega a la vida de su humano, hace empatía de acuerdo con lo que a él le gusta, y es ahí donde se inicia el problema. En la gran mayoría de los casos, nuestro compañero “arrastra el problema de su tutor”, y es por ello por lo que se enferma o adquiere comportamientos perjudiciales.
La terapia con Flores de Bach debería ser recetada no sólo para nuestra querida mascota, sino también para el tutor, con el fin de realizar un tratamiento integral y efectivo para ambos.
El sistema Bach actúa en los seres humanos, animales y plantas. Es: Natural-Inocuo y Maravilloso. Como pronunció el Dr. Edward Bach “La enfermedad es en esencia el resultado de un conflicto entre el alma y la mente y nunca podrá ser erradicada sin un esfuerzo espiritual y mental”
Enseñanza: El ser humano se limita y se encarcela, mientras que los animales y las plantas reciben confiadamente sin cuestionar para un Bien Superior.
BENDECIMOS INFINITAMENTE SUS EXISTENCIAS!!!
Lic.Karina Madariaga
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