Fibromialgia: un dolor difícil de comprender

Reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1992, la fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta entre el 1,5 – 5% de la población, con predominio en mujeres (80%) especialmente entre los 20 – 60 años. Se caracteriza por dolores generalizados principalmente en partes blandas del cuerpo (músculos, tendones, ligamentos), gran cansancio físico y mental, depresión, insomnio entre otros síntomas. 
Los pacientes tienen rigidez y dolor matinal que puede durar horas, contracturas musculares, fatiga física y mental, dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño, ansiedad, depresión y problemas digestivos, como el colon irritable. También pueden presentarse calambres, sudoración excesiva, sequedad en la boca, zumbidos en los oídos, mareos y sensación de febrícula. Estas múltiples manifestaciones suelen confundir a los profesionales y retrasar el diagnóstico entre dos y cuatro años.
El impacto en la vida cotidiana es profundo: la fatiga y el dolor afectan las actividades diarias, las relaciones laborales y sociales, y generan gran frustración. Por ello, se considera una enfermedad incapacitante y subdiagnosticada, pues frecuentemente, los pacientes transitan 2 – 4 años entre consultorios varios hasta llegar al diagnostico.
El tratamiento debe ser integral e interdisciplinario. Incluye medicamentos como analgésicos, relajantes musculares, antiepilépticos y terapias complementarias (fisioterapia, kinesiología, masajes, acupuntura). También son fundamentales el acompañamiento psicológico y las terapias cognitivas conductuales para mejorar la adaptación emocional y reducir el impacto del dolor.
Aunque no existe una cura definitiva, se pueden lograr mejoras significativas. La clave está en la aceptación por el paciente y su familia, la educación y el compromiso del paciente con su propio cuidado. Saber que se trata de una enfermedad crónica con posibles recaídas ayuda a prepararse y a buscar estrategias para vivir de la mejor manera posible.
Visibilizar la fibromialgia no solo permite entenderla mejor, sino también acompañar y apoyar a quienes la padecen. La comprensión social es esencial para que estas personas sean reconocidas y reciban la atención que necesitan, sin ser subestimadas ni estigmatizadas.

Por Dr. R. Quiñones Molina@dr.quinonesmolina
Centro de Rehabilitación Integral REBIOGRAL
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