Ya lo sabemos: “alimentarnos bien es fundamental para la salud de nuestro corazón”. Incorporar alimentos que contengan ciertas vitaminas nos trae beneficios específicos, sabes que vitaminas son cardio saludables? Pues la Vitamina C y la Vitamina B6.
Si bien la primera, casi siempre se la relaciona con la prevención de la gripe (levanta defensas), varios estudios aseguran que también es muy beneficiosa para cuidar nuestra salud cardíaca. Nuestro cuerpo no la produce y tampoco la almacena, por eso es necesario que la ingiramos en los alimentos que consumimos.
La Vitamina C podemos encontrarla, como popularmente se conoce, en limones, naranjas, pomelos, aunque también se encuentra en otras frutas como melones, fresas, frutillas, moras, arándanos, kiwi, o en hortalizas como el tomate, el pimiento, la col de Bruselas y la col, el nabo, el rábano, el brócoli y el perejil crudo.
Por su parte, el grupo de Vitaminas B, es un grupo complejo donde ocho vitaminas separadas se unen para formar un grupo más complejo de nutrientes. Estas vitaminas, ayudan a contribuir a la salud de nuestro organismo. Y en sí, la vitamina B6, también llamada piridoxina, actúa como cofactor para muchas reacciones enzimáticas que se relacionan con el metabolismo de aminoácidos, ayuda en la síntesis de ácidos nucleicos y en la formación de hormonas esteroideas e interviene en el proceso de síntesis y degradación de homocisteína. Lo cual, en síntesis, previenen a nuestro corazón de enfermarse. Esta vitamina puede encontrarse en carnes de cerdo, pollo, pescado, en bananas, papas, alubias secas, productos de grano integral y varias frutas y verduras.
Pero, no debemos dejar de lado que además, una buena dieta alimentaria, siempre es mejor cuando la complementamos con ejercicio. Cuando hacemos actividad física, se queman calorías, se reduce el apetito, la presión arterial y el estrés y se elevan los niveles del colesterol bueno.
Se recomienda realizar actividad física moderada, al menos 30 minutos diarios, cinco días por semana. O una actividad fuerte, al menos 20 minutos por día y 3 días a la semana
¿Qué ejercicios son recomendados?
Caminar: este ejercicio aeróbico es recomendado por la medicina para fortalecer nuestro músculo cardíaco ya que eleva la frecuencia cardíaca, usa el oxígeno como combustible y logra que el organismo lo aproveche más eficientemente. Lo mejor de este hábito es que es para cualquier edad y como no tiene impacto, no lastima las articulaciones. Y encima logra quemar calorías. Se recomienda hacerlo por lo menos 3 veces a la semana.
Trotar o correr: uno de los ejercicios más populares. Es económico, se puede realizar en cualquier momento y lugar, sirve para quemar calorías y reduce el estrés. ¿Algo más? Eso sí, para correr, es necesario contar con un calzado adecuado y para eso es importante tener en cuenta sobre qué suelo se corre, cómo es tu pie y cómo es tu pisada.
Nadar: hoy en día, es uno de los deportes más recomendados para diversos motivos y para cuidar el corazón es muy bueno ya que también reduce calorías y también aumenta la fuerza muscular. Y como no produce dolor en articulaciones o músculos, puede realizarse a cualquier edad. Son ideales, dos horas y media por semana.
Kickboxing: esta combinación de lucha de boxeo y artes marciales en donde se utilizan pies y puños para simular peleas, son otra forma de hacer trabajo aeróbico ya que el cuerpo está siempre en actividad y se combina con abdominales, sentadillas y flexiones.
Spinning: es una técnica grupal donde el o la entrenador/a dirige durante una hora clases de pedaleo con música y distintos niveles de exigencia. Esto logra fortalecer el corazón y quemar muchas calorías.
Si se te ocurren, podés realizar otras actividades aeróbicas que te gusten más o concuerden con tu ritmo de vida como puede ser andar en bicicleta con un buen pedaleo, patinar, bailar o saltar la soga. Y sino, podés consultar en el gimnasio por clases aeróbicas que muchas veces existen, con camas elásticas o calzado especial.
A veces nos preguntamos si al realizar ejercicio nuestro corazón puede sufrir algún daño. Pero esto no es riesgoso, a menos que lo sometamos a muchas competencias externas. Por otro lado, es muy importante que cuidemos nuestro cuerpo antes de exponerlo a cualquier ejercicio. Esto es, precalentar previamente con movimientos suaves que aumenten poco a poco la frecuencia cardíaca. Y al finalizar, también deben dedicarse 10 minutos para elongar y disminuir los latidos lentamente. Y claro, nunca debe faltarnos el agua para mantenernos con la hidratación adecuada.
Ya sabés, para cuidar el corazón, una buena dieta y ejercicio semanalmente: una dupla que no puede fallar.
Gisela Medrano / CONVIVIR