Queremos empezar a cuidarnos, adquirir hábitos de alimentación saludable para devolverle a nuestro cuerpo el enorme placer de llevarnos y mantenernos siempre, toda la vida.
Pero, ¿por dónde comenzar? Podemos pensar varias formas de arrancar, como armar un itinerario de los hábitos que deseamos modificar, los alimentos que no queremos o creemos que no debemos consumir, realizar una cita con nuestro médico o médica o algún nutricionista.
Pero si queremos hacerlo por “Motus propio”, en esta ocasión, vamos a nombrar algunos alimentos que pueden ayudarnos para cuidar nuestra salud cardiovascular.
Para mantener nuestro corazón con un funcionamiento perfecto, es conveniente mantenerlo limpio y elástico. Un primer dato a tener en cuenta: los alimentos crudos deben constituir el 50% de la dieta.
El secreto para mimar nuestra salud cardiovascular, es darle alimentos ricos en nutrientes, sustancias químicas vegetales y ácidos grasos que previenen el estrechamiento de las arterias y la formación de coágulos, los cuales son los principales enemigos y amenazas de nuestro músculo cardíaco.
Grasas saludables, fibra dietética, y alimentos crudos: la combinación ideal.
Algunos de los alimentos más destacados para preservar nuestro corazón son:
Palta: es la única fruta rica en ácidos grasos monoinsaturados que reducen el colesterol malo y aumentan el bueno. Contiene además potasio, fibra, vitaminas E y B6.
Ajo y cebolla: hacen fluida la sangre, evitan la oxidación del colesterol y previenen la arteriosclerosis.
Calabaza: por su bajo cociente entre sodio y potasio es uno de los alimentos que actúan mejor sobre la hipertensión.
Arvejas: magnesio, cinc, fibra, vitaminas del grupo B son sus componentes especiales para cuidar al corazón, sobre todo combinado con algún cereal.
Nueces: los omega 3 y la lecitina protegen de la arteriosclerosis y del infarto. Y la coenzima Q10 ayuda al buen funcionamiento del corazón.
Pomelo: la gran cantidad de vitamina C y minerales. Limpia la sangre y ejerce una acción antioxidante sobre las paredes de las arterias.
Uva: los fotoquímicos dilatan las arterias coronarias y mejoran la circulación de la sangre.
Arroz integral: contiene fibra dietética la cual retrasa la absorción de grasas y azúcares y favorece la reducción de la presión arterial.
Zanahoria: pro-vitamina A y vitamina C y componentes antioxidantes.
Avena: gran contenido de fibras. Reduce la capacidad del colesterol para adherirse en las paredes arteriales.
Manzanas: su fibra colabora en la reducción del colesterol malo en la sangre. Además sus flavonoides ayudan a reducir el riego de las enfermedades ligadas al corazón.
Aceite de oliva: al ser un tipo de grasa insaturada, disminuye los niveles de colesterol malo en la sangre y el riesgo de obstrucción arterial.
Espinaca: proporciona energía, tiene pocas calorías y contiene vitamina A y C que ayudan a prevenir la oxidación del colesterol negativo en las arterias.
Chocolate negro: qué buena noticia, ¿no? Sí, el chocolate negro ayuda a mejorar los niveles de tensión arterial y el perfil lipídico sanguíneo gracias a sus compuestos flavonoides.
La lista sigue infinitamente, el tomate, el sésamo, los pescados, el vino tinto, la cúrcuma, son algunos de los alimentos que también podemos incluir en nuestra dieta. Claro que todos ellos deben ser consumidos con cuidado y sin excedernos.
Además, una buena dieta alimentaria, siempre es mejor cuando la complementamos con al menos 40 minutos de ejercicio, 3 veces por semana, junto a otros hábitos saludables