Una lectora vuelve a consultarnos
Así nos escribe María González “Hola Sr. Helio
Le escribo nuevamente ya que en otra oportunidad le escribí y Usted muy amablemente me respondió. Yo desde hace tiempo, sigo sus notas en Convivir. Soy del interior, tengo una dietética… Una consulta que le quería hacer es que en un artículo Usted habló que próximamente haría un informe sobre las puertas o entradas de los locales. No sé si lo publicó yo no lo vi. y me interesa muchísimo ya que me estoy por mudar y tengo unos interrogantes con la fachada del nuevo local, disculpe las molestia. Desde ya muchas gracias”
Hacemos un cuarto intermedio
Ya que veníamos desarrollando notas sobre la Legislación Alimentaria, hacemos un cuarto intermedio y contestamos a la lectora. Justifica la interrupción, porque son varias las preguntas pendientes sobre puertas y fachadas de negocios. Un tema importante, ya que la puerta de entrada es por donde el cliente accede (sin otras connotaciones).
Antes de ingresar
El primer punto a tener en cuenta, cuando alquilamos un local (para una dietética) es sobre el tránsito peatonal. Es decir, antes mismo de ingresar a mi negocio, la gente debe estar circulando por delante. Por lo tanto, el caudal de gente, el flujo, es importante. Porque, dietética es más o menos como farmacia, como almacén, necesita gente cerca, porque es un negocio de proximidad. Debe estar, por así decir, “en el circuito de los mandados”. Gente que sale a comprar, pasa por la verdulería, pasa por la panadería, pasa por la casa de lotería (por qué no) y pasa por la dietética. Es como se dice en Chile: debe estar “al tiro”. Comencemos por la calle, por la vereda. Digo también vereda, porque en toda calle, una vereda es mejor que la otra, pasa más gente de un lado que del otro. Me acuerdo que en Av. Maipú, en Olivos, con mi esposa, nos sentamos en una confitería y nos pusimos a contar, haciendo marcas en un papelito. Una vereda de Av. Maipú pasa el doble de gente que en la otra vereda. ¿Por qué? Algunos factores condicionan: paradas de colectivos, tipos de negocios, estado de la vereda, quioscos de diarios, salidas de edificios y muchos elementos más. Obviamente que existen casos inexplicables, pero la gente no cambia tanto así. Con eso, el primer punto a observar es la gente que pasa caminando. ¿Cuánta gente? Considere que solamente un pequeño porcentaje entrará a su negocio. Los ingleses dicen que es de un 15%. Pero es bien menos.
La visibilidad del local.
Por lo general, los negocios ubicados a mitad de cuadra, son menos visibles, son más difíciles de imponerse, de destacarse. Eso conduce al que las esquinas son más visibles. Ahora, a mitad de cuadra, algunos negocios son muy iguales a todo, con poca distinción, con poca visibilidad. La gente pasa dos veces, tres, y no ubica nuestro negocio. Sabemos que no siempre es posible alquilar esquinas. Además, suelen ser más caras. Entonces, una precaución es el decorado, algún elemento que haga saltar a la vista. Un color diferente, carteles verticales en las puertas. Tengamos en cuenta que, generalmente, las dietéticas no señalizan bien, no marcan su territorio. Uno pasa caminando, de repente visualiza unas galletas de arroz, unos tarros con legumbres, una caja de levadura de cerveza y entonces identifica la dietética. Eso es pobre, es poco. En la actualidad, en la modernidad, estamos condicionados a una fuerte estimulación visual. Y cuando la imagen es aburrida, ¿qué hacemos? Respuesta simple y sencilla: hacemos zapping visual, o sea, vamos en busca de otra imagen más atractiva. Es el mundo de Internet, de la televisión digital. Hasta los mismos diarios impresos, hoy, vienen para leer a los saltos, ya no vienen llenos de letras como en el pasado. Entonces, todo el comercio, los locales de moda, los accesorios, el supermercadismo, las farmacias, todo se está adaptando a ese mundo virtual, evitando el zapping. La dietética no puede ser aburrida, de lo contrario: doble clic.
Ahora llegamos a la puerta.
Ojalá sea grande. Por ejemplo, en Primera Junta, Capital Federal, la Dietética Rojas 12, no tiene puerta, directamente la eliminó. Todo está abierto, muy abierto, no existe obstáculo para entrar. Es casi lo mismo estar en la vereda y estar adentro.
Pero, caso tenga puerta, ojalá esté ubicada a la derecha. No siempre lo es. Considere, Sra. María, Usted, parada, frente a la dietética. Su tendencia, la tendencia natural de la mayoría de los humanos, seria ingresar por la derecha. Cuanto más a la derecha, mejor. Existen estudios (psicológicos) sobre el comportamiento humano y que ponen en evidencia esa realidad: si podemos, circulamos por la derecha.
Sin obstáculos para el ingreso.
Por ejemplo, sin escalones. Consideremos que muchos de nuestros clientes son personas mayores. Me acuerdo en Av. Corrientes, había una dietética cuyo local tenía un escalón. Casi toda la gente, al entrar, tropezaba. Al salir, casi se caía. Era prudente dejar un empleando siempre avisando: – cuidado con el escalón. Hasta que un día, se llamó los servicios de un albañil para tirar abajo el escalón y hacer una entrada tipo para silla de ruedas. Dos pájaros de un tiro: se eliminó el escalón nefasto y se facilitó el ingreso con silla de rueda y carrito de bebé.
Otro obstáculo es cuando existe un picaporte pesado. La gente necesita hacer ejercicios, pero no es ese justamente lo que más le cae bien. Tengo una estadística tomada sobre un local de Villa Crespo: la puerta abierta facilita un ingreso de un 20% más de gente sobre la puerta cerrada. Mucha gente no entra porque la puerta está cerrada. Me vino a la memoria un local que observé, en la ciudad de Eldorado, Misiones. La puerta está cerrada, hay que tocar timbre. El vidrio es polarizado, oscuro, no permite ver de la calle hacia adentro. No sabemos qué pasa adentro.
Los espero en la próxima nota, así ampliamos, puerta adentro.
Helio Perotto es psicólogo, educador, con posgrado en comunicación comercial. Es emprendedor, comparte una empresa familiar y una dietética (con la esposa) siendo titular de marcas propias, las cuales están en nuestro mercado. Como actividad institucional, está vinculado al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, como consultor de Marketing y Comercialización para el Proyecto Jóvenes Emprendedores Rurales (un programa de emprendedorismo del Banco Mundial para fomentar la creación de empresas). Helio Perotto se siente honrado en compartir sus ideas en las notas del CONVIVIR.
Para consultas (sin cargo para lectores): helioperotto@gurfi.com.ar
Helio Perotto