Mi balde amarillo fue dejado en la pileta del lavadero. Yo soy responsable, intachable y biodegradable. O casi… Mas mi balde amarillo en la pileta, amaneció hasta el tope de agua. Agua con trapo con lavandina… Agua que no supe reutilizar y desperdicié. Enormes litros caben en un balde… Y eso que yo soy responsable… de esa gota que se me rebalsó… se me escapó de las manos. Ser responsable implica tantas cosas en tantos niveles que se vuelve angustiante. Claro! NO pensar es más fácil ¿Pero cuándo «no pensar» nos llevó a buen puerto? Mientras tanto en Buenos Aires, el tema de la basura se vuelve y revuelve en sí misma… Vuelve la temida quema (con argumentos enormes a favor y en contra) y se revuelve en números que alarman: Según datos del propio CEAMSE, «en cinco años no habrá más lugar para enterrar los residuos. En promedio, cada dos segundos, el país produce una tonelada de basura y eso representa cerca de 16,5 millones cada año. Solo 23% de los encuestados por el propio organismo separa la basura domiciliaria”. Entonces ¿que estamos haciendo? Ser responsables debería formar parte de nuestras oraciones, porque Tod@s dependemos de las buenas voluntades de los demás. Yo recibí mi cachetazo hoy… espero que no sea “en balde”. Que disfrutes de la edición de Mayo con el especial de celiaquía, para aprender, entender y concientizarnos.
Cecilia Andrada / CONVIVIR