El equilibrio perfecto para este verano

El verano es, sin dudas una estación clave, que nos permite alejarnos de la rutina, mas puede ocasionar alguna alteración en el orden de nuestras comidas, pero es totalmente solucionable con ideas fáciles y prácticas y lo más importante: ¡sin castigarnos! 

Nos parece importante destacar que no hay alimentos malos o prohibidos. Todos los alimentos poseen características particulares que, dependiendo la persona y su conducta alimenticia, pueden llegar a tener algún impacto. Pero consumiéndolos en su justa medida son totalmente permitidos! Algunos tips a tener en cuenta:

Una buena hidratación, factor clave

El agua cumple un rol importantísimo en el cuerpo funcionando como un gran regulador de nuestro medio interno y por eso es necesaria incorporarla, más aún en días de altas temperaturas. Debemos estar atentos a los niños pequeños y a los adultos mayores ya que son los que más rápido de deshidratan sin dar avisos. 

A muchos les cuesta incorporar el agua porque les parece monótona y a veces aburrida. Te proponemos buscar alguna opción que pueda adaptarse a tus gustos: agua de frutas casera; té frio, infusiones frías (preferentemente sin azúcar).

Otra forma de mantenernos hidratados es incorporar frutas como frutillas, durazno, sandía, melón y cítricos, ya que contienen mucha agua en su composición. Aprovechemos la variedad de esta estación; se conservan perfecto por unas horas fuera de la heladera y son una excelente opción para llevarlas a una plaza o playa. Licuadas con un poquito de agua o jugo de naranja son una forma perfecta de hacer heladitos especialmente para los más pequeños (que a veces son más reticentes a consumir frutas). 

Encontrarle una vuelta de tuerca a nuestras comidas

A la hora del almuerzo y la cena es aconsejable elegir opciones livianas que nos den saciedad y nos permitan disfrutar del resto del día o irnos a dormir livianos. No tenemos que dejar de comer los sándwiches tan ricos y característicos de los días de playa y que tanto nos reconfortan. Lo que podemos hacer, además del jamón y queso clásicos, es optar por ingredientes nutritivamente más ricos y variados como: atún, palta, zanahoria rallada, hojas de rúcula o lechuga, pollo y reemplazar la mayonesa clásica por un queso blanco adicionado con cebollita de verdeo, o algúna especia de preferencia. 

Es necesario destacar la importancia de no saltear comidas, esto nos permite llegar con menos hambre y por ende no sentirse pesados porque la ingesta fue elevada en un corto tiempo.

No nos olvidemos de mantenernos activos

Aprovechemos el tiempo libre para movernos. Caminar, andar en bici, nadar, bailar, correr. Cualquier actividad física que realices mejora tu estado de salud, te va a hacer sentir más pleno y te recarga de energía. Si tenemos la oportunidad de tener de fondo la montaña o el mar, úsalo a tu favor: salí a recorrer y a disfrutar del paisaje y del aire libre. No siempre se tienen esos paisajes tan lindos para movernos y te aseguramos que el cambio de aire te va a hacer sentir renovado.

Cuidemos nuestra piel por dentro y por fuera

No te olvides cuidar la piel, usando protector solar y si te exponés que sea preferentemente dentro de las horas permitidas. Hidratá tu piel con cremas post solares y no nos olvidemos que tanto la hidratación como la alimentación son elementos clave para mantener nuestra piel saludable.

Para ir finalizando queremos recordarte que la comida es placer, es totalmente adaptable a todas las situaciones posibles y hay que disfrutarla como tal.

No te quedes con las ganas de comer ese chocolate que te gusta, no sientas culpa si quizá comiste un poco de más, ni tampoco te prohíbas de visitar lugares que te gustan o ir a reuniones de amigos porque las opciones no son “tan saludables”. Acordate que la comida es un medio y no un fin: es una forma de unirnos y compartir. Y no hay nada más lindo que transcurrir un bello momento con un ser querido o pasar un ratito solo con algo rico para comer. 

Te dejamos algunas opciones para que tengas a mano, para llevar a un picnic o disfrutar en tus vacaciones!

Heladitos de fruta

Licuar 250 g de fruta a elección (sandia, naranja, frutilla, manzana, banana) con 150 cc de agua o jugo de naranja exprimido. Disponer en moldes para heladitos o cubeteras o vasitos de plástico con un palito de helado. Si se desea se puede agregar algún endulzante a gusto. Llevar a frezzer hasta su solidificación completa.

Agua de frutas cítricas

En una jarra agregar 1lt de agua. Incorporar pedacitos de cítricos (naranja, limón, pomelo), jengibre, hojitas de menta. Dejar reposar por 3 hs en frío y consumir.

Karina Abigail Straus

Equipo de New Garden

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