La planta Hamamelis virginiana, llamada “avellano mágico” por su parecido con la hoja del avellano es una de las hierbas más útiles que debemos tener en nuestros botiquines caseros. Se recomienda como remedio para las contusiones, golpes, esguinces, y como emplasto para las raspaduras, dedos magullados, escaldaduras y quemaduras. Asimismo, se cree que es un eficaz tratamiento tópico a base de hierbas para las várices.
El “avellano mágico” tiene la cualidad de sellar pequeñas fugas en los vasos sanguíneos y estimula el drenaje del líquido linfático en un hematoma. Esta es la razón por la cual es tan eficaz en la reducción de la inflamación de un golpe o un choque con un objeto contundente.
El “avellano mágico” es más eficaz cuanto más pronto se aplique a la zona lesionada. Su acción se desarrolla más rápido si se aplica de forma inmediata, deteniendo la hemorragia tanto interna como externa, y por lo general no es necesario que se aplique más de un día para la mayoría de lesiones menores de este tipo.
Para usarlo se remoja un algodón en loción o tintura madre de “avellano mágico” (hamamelis)y se aplica sobre el área lesionada. Se mantiene en dicho lugar durante unos minutos. En el caso de distenciones o esguinces acompañados de moretones e hinchazón, se aplica este tratamiento dos veces al día o hasta que los síntomas desaparezcan.
Es también recomendado como número uno en la lista de tópicos a base de hierbas para las molestias asociadas a las várices. Para usarlo se remoja un algodón con loción y se envuelve con él alrededor del área de la pierna en la que la vena varicosa esté causando malestar. La pierna debe colocarse en posición horizontal, ni alta ni baja, lo que reducirá la cantidad de presión en la vena.
Debe surtir efecto aproximadamente en media hora. El poder astringente del ‘avellano mágico’ reducirá la inflamación de las várices y aliviará el dolor y palpitación que puede causar una gran incomodidad al paciente al final de un largo y duro día de trabajo.
Se dice que esta planta funciona para aquellos que sufren de hemorroides por la misma razón que para las varices, ya que su poder astringente reduce el abultamiento de los vasos sanguíneos, aliviando la presión y el dolor asociado a ésta. En este caso, debe aplicarse en pomada diariamente para lograr alivio.
Otro de los usos domésticos de esta planta, también atribuible a su astringencia, es el efecto calmante y antiinflamatorio que tiene en los ojos, cuando se trata de dolor e irritación por el polvo y arena transportado por el viento. Debe colocarse algodones empapados en la loción sobre los párpados cerrados durante unos 15 minutos para encontrar alivio. Este mismo método se puede utilizar incluso para apretar y tonificar la piel alrededor de los ojos y así reducir la aparición de arrugas. Esto sólo debe hacerse una vez a la semana, y sólo por alrededor de 15 minutos.
El uso de esta planta que ingresó a Europa a través de los nativos americanos, quienes lo utilizaron principalmente en la forma de cataplasma, empapando en una decocción la corteza. Ellos la aplicaban a hinchazones y tumores dolorosos, así como a inflamaciones externas. También usaron esta planta para hemorragias internas y sangrado menstrual abundante. El también llamado “avellano de bruja” es tan poderosamente astringente que no es aconsejable su uso interno.
La gran época