Los avances industriales y tecnológicos, el aumento poblacional y la poca conciencia ecológica de los años pasados, obligan a los gobiernos, empresas e instituciones a implementar políticas de protección ambiental para asegurar un desarrollo sostenible en el planeta.
Pequeños actos, grandes cambios.
Está en nuestras manos el “hacer algo”.
El futuro también depende de vos.
Todos somos responsables. Y por pequeñas que sean las colaboraciones el beneficio será inmenso si se suman las voluntades. La ecología empieza por casa. Aquí unos pequeños grandes consejos para implementar día a día:
• Tardar menos tiempo en la ducha diaria para ahorrar energía, dinero y agua. Del mismo modo, es importante, cerrar la canilla mientras enjabonamos los platos para no gastar más de lo necesario.
• Desenchufar los aparatos eléctricos cuando no estemos usándolos en nuestras respectivas casas. Es importante comprobar que el piloto rojo no quede encendido para gastar menos energía.
• Tapar las ollas y sartenes para aprovechar mejor el calor y la energía mientras nos encontramos cocinando. Resulta fundamental la utilización de la hornalla que mejor se adapte a su diámetro.
• No arrojar basura en el campo, plazas y jardines. Es básico además no lanzar productos desechados a las calles o a los márgenes de las rutas desde el coche, para no sumar más contaminación y mantener los espacios limpios
• Optar siempre por los envases familiares en el supermercado. Estos productos no sólo nos saldrán más baratos, sino que favorecerán un ahorro considerable en plástico o cartón para el medio ambiente.
• Separar la basura para su posterior reciclado, especialmente el vidrio, las pilas y el papel. Es importante reciclar también los medicamentos caducados, llevándolos a la farmacia y no tirarlos nunca en la basura
• No verter nunca el aceite usado en el desagüe, ya que este producto contamina el agua.
• Controlar la presión del aire de los neumáticos para evitar su desgaste. Ahorraremos hasta un 5 % de combustible, además de la sustitución prematura de las ruedas del vehículo.
• Utilizar servilletas de tela en lugar de las de papel y recurrir a tarros de vidrio, de vida más larga.