Todos en algún momento pasamos por situaciones de estreñimiento, quizá frente a un viaje, una mudanza, cambio de trabajo, cambios de horarios que llevan al cuerpo a tomarse unos días para adaptarse a la nueva situación. El problema es que si esta adaptación tarda mucho en llegar o no llega nunca entramos en una cronicidad, el intestino se habitúa a este estado y se vuelve lento, si sumamos malos hábitos alimenticios, comer apurados y a deshoras, muchas veces parados, falta de actividad física, estrés, dieta muy pobre en fibra y por sobre todas las cosas: no respetar los tiempos biológicos de nuestros intestinos, nos enfrentamos a un problema.
Se habla de constipación cuando…
Hay menos de 3 deposiciones por semana, heces duras, mucho esfuerzo para defecar, necesidad diaria de laxantes.
El tránsito intestinal es el tiempo que tarda en pasar el alimento desde que es ingerido hasta llegar a la última parte del intestino grueso, mucha gente, en especial las mujeres, tienen un tránsito lento, para revertir esto hay que observar qué y cómo comemos.
Una dieta rica en fibras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, frutas, mucha agua, aceite de oliva mejoran muchísimo el tránsito intestinal. Evitar café, té, alcohol, harinas blancas y comidas procesadas nos pondrá en camino de regularizar los intestinos.
¿Como comemos? Es importante estar presentes al momento de comer, es decir, tomarse el tiempo para masticar, hacerlo en forma pausada y con conciencia, no comer rápido ni mirando televisión, no discutir mientras se almuerza o cena, disfrutar de cada bocado. Acompañar después con bastante agua, si es natural mejor, recordemos que metabolismo es sinónimo de fuego, el calor que el cuerpo necesita para digerir el alimento, si consumimos bebidas muy frías apagamos el fuego y la digestión se dificulta.
Es fundamental encontrar el horario para ir al baño y respetarlo todos los días y especialmente, prestar atención a los movimientos peristálticos del intestino que nos “avisa” que es momento de evacuar, pero como estamos apurados, dejamos para después… Después es tarde. Lo ideal para tratar la constipación es una buena alimentación y cambios de hábitos, pero como coadyuvante, la medicina naturista cuenta con laxantes que pueden colaborar con el proceso, pero al igual que los laxantes convencionales, no se pueden consumir por siempre porque el intestino deja de trabajar, ¿Para qué hacer el esfuerzo si un remedio lo hace por él? Lejos de solucionar el problema, lo instala. Cualquier laxante se debe tomar por un tiempo y descansar.
Cascara sagrada: Rhamnus purshiana su acción se debe a la presencia de Antraquinonas y actúa en el intestino grueso, por eso el efecto catártico lo produce 6 u 8 horas después de ingerida. Se recomienda tomar a la noche antes de dormir.
Frangula: Rhamnus frangula, contiene compuestos antracenicos que en el intestino se hidrolizan a Antraquinonas y su efecto será laxante o purgante dependiendo de la dosis. Tanto de la Cascara sagrada como de la Frangula se usan sus cortezas, y deben ser cosechadas 1 año antes de ser usadas ya que en estado fresco ambas son toxicas.
Sen: Cassia angustifolia, en este caso se usan las hojas o las vainas. En dosis bajas tiene una acción laxante suave, dosis altas se la considera un purgante. Contiene también glucósidos antracenicos y antraquinonas que actúan en el tracto intestinal siendo metabolizadas y excretadas por el colon estimulando la peristalsis.
Efectos adversos: En algunas personas pueden provocar dolor o cólicos abdominales. Cuando se las consume en exceso puede aparecer un cuadro de constipación paradojal.
En el laboratorio de magistrales se elaboran comprimidos de Cascara sagrada, Sen y Frangula combinadas en dosis bajas a partir de extractos secos estabilizados o Tinturas madres. Se recomienda consumir 1 comprimido a la noche o 30gotas de TM en agua.
Sales de Magnesio: todas las sales de magnesio tienen algún efecto laxante, algunas más que otras.
La sal inglesa o sal de Epson o Sulfato de magnesio es un purgante muy fuerte que se usa en lavativas y previo a estudios colonicos, no se recomienda su uso diario.
El Cloruro de magnesio tiene un efecto laxante suave. Se diluyen 33g en 1Litro de Agua mineral y se toman 1 o 2 tacitas del tamaño de café por día. En ambos casos el sabor es salado y algo desagradable.
Otras plantas combinadas en polvos muy útiles son el Carum carvi, Pimpinela anisum, Menta piperita, Psillium. Los probióticos son también de suma utilidad, pero no se debe buscar en ellos un efecto laxante pues no lo son, contribuyen a mejorar la flora intestinal, aumentando la reabsorción de nutrientes y regularizando los intestinos, pero no se puede esperar un efecto en un par de días, deben consumirse por varios meses para comenzar a notar los resultados.
La definición de excretar es expulsar los excrementos o cualquier sustancia de desecho. Sería bueno preguntarnos ¿por qué no podemos dejar ir aquello que ya no nos sirve? ¿Por qué guardar eso que jamás usaré? Y como es adentro es afuera, los invito a comenzar la limpieza!
Como siempre, ante cualquier duda consulte con su médico y/o farmacéutico de confianza.
Farm. Dra. Miriam Noemí Bruno
DT Farmacia Homeopática Libertad
farmacialibertad0@gmail.com
Bibliografía: Tratado de Medicina, Dr. Alonso, Dieta para el estreñimiento, Cristina Sabate.