La consciencia, a la que se refieren los mayas, se escribe con “s”. La conciencia sin “s”, se relaciona con el conocimiento; el cual no es otra cosa que información aún no verificada que, por lo tanto, puede ser cierta o falsa. Consciencia con “s” se refiere a sabiduría, la cual es información verificada, directamente, en carne propia. Certezas adquiridas, a través de la experiencia, sobre cómo podemos generar siempre armonía en nuestra vida. Esto es lo que se define como una comprensión. La consciencia, entonces, no se refiere a un juicio ético o moral, el cual califica nuestras acciones o las de los demás como “buenas” o “malas”. Esta calificación depende del sistema de creencias de cada uno y, por lo tanto, no puede ser universal. La moral, además, depende de las normas imperantes en una sociedad. Aquello que en una época pasada fue visto como “bueno”, con los códigos de otro tiempo, de otra civilización o de otro grupo social puede ser considerado como “malo”.
Consciencia es saber de sí mismo
Consciencia es estar ––de manera deliberada e intencional–– mentalmente despierto, alerta, y saberlo. Es indagar y saber sobre nosotros mismos. Es saber que existimos y que nuestra vida tiene un propósito, una razón por la cual encarnamos. Es asumir la responsabilidad de todo lo que sucede en nuestra vida, de nuestras intenciones, pensamientos, sentimientos, decisiones, acciones y omisiones.
Consciencia es saber cómo funciona la realidad
Consciencia es saber que la realidad tiene un orden inherente, que los eventos se manifiestan en ciclos y en secuencias; que todo lo que sucede ––aun lo que nos parece inaceptable–– es perfecto; que necesitamos experimentar situaciones inarmónicas en carne propia, para ––por contraste–– comprender las bondades de la armonía. Es saber que nada sucede por casualidad y que absolutamente todo sucede por amor.
Consciencia es comprender la relación con El Todo
Consciencia es saber que existe una correspondencia y una sincronía entre los eventos que suceden en nuestra vida y en nuestro estado de ser, con las transformaciones que tienen lugar en el universo. Es comprender que todos estamos conectados, porque conformamos un solo Ser quien nos ama y nos respeta profundamente.
Consciencia es el gozo de comprender la verdadera esencia del Amor
Consciencia es comprender que el amor es esencialmente neutralidad, única manera para que siempre pueda existir una infinita diversidad. Es gozo porque no existen barreras para Ser, por la naturaleza no-restrictiva de Dios. Es gozo constante por las infinitas posibilidades de Ser que podemos experimentar, sin miedo a juicios ni a castigos eternos. Es saber que el Amor es respeto, tolerancia y flexibilidad para permitirnos a crear y experimentar inclusive el error que necesitamos para aprender y evolucionar.
Evolucionamos hasta alcanzar el estado que nos permita crear ––de manera deliberada y permanente–– belleza y armonía. Hasta comprender la esencia del amor para ––de ahí en adelante y por toda la eternidad–– tener el poder para crear una diversidad de formas elegantes, de realidades impecables que enriquezcan nuestra experiencia, la de los demás y la de El Todo; porque nuestras creaciones y comprensiones quedan grabadas en el campo infinito de su Consciencia Absoluta.
Fernando Malkun